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Deportivo de La Coruña-Málaga CF

La guinda del triple

Desde el parón por la ventana el Unicaja lanza con un 49.7% de acierto por el 30% que tenía antes

Mena viaja a Salónica

Kravish lanza a canasta. / Acb Photo

Todo fluye en el Unicaja, con ocho victorias consecutivas, seis de ellas en ACB. Con un balance de 8-3 y un average de +140 habría que asistir a un desplome absoluto para no ver al equipo compitiendo por la Copa en Badalona. Quedan seis jornadas y es factible pelear por ser cabeza de serie desde la tercera posición que se ocupa ahora mismo, a sólo un triunfo de Real Madrid, nuevo líder, y Lenovo Tenerife (9-2).

Cuando el Unicaja llegó al parón de la ventana la tendencia ya era buena, con tres victorias seguidas ante Betis, PAOK y Granada en casa. Pero el regreso ha sido soberbio. Después de un competidísimo partido en Santiago que se sacó (el Barcelona perdió dos semanas después), el equipo ha arrasado de manera sucesiva a Valencia, Dijon, Zaragoza y Fuenlabrada, con victorias por 23 puntos de media, tres de ellos fuera de casa, el último con el récord de anotación en los más de 2.000 partidos oficiales que disputó la entidad.

Los datos son bestiales y las sensaciones también. La superioridad con la que se ha sometido a equipos de zona media-baja ha sido inaudita en los últimos años. El reloj de Ibon Navarro funciona de manera extraordinaria, pero hay dentro del equipo un ejercicio de estoicismo y contención porque aún se está en diciembre y se asume que vendrán tramos más duros de calendario, por cantidad de partidos y por dificultad. Teme Ibon Navarro, así lo ha comentado alguna vez, cómo será la respuesta al revés. Se han jugado 17 partidos oficiales y sólo se perdieron tres (Baskonia en Vitoria, Madrid en Málaga y Joventut en Badalona). Todo lo que había que ganar se ganó, y alguna más de propina.

En el parón comentaba Navarro que uno de los obvios campos de mejora era el lanzamiento de tres. El Unicaja era el peor equipo de la ACB, no llegaba al 30% de acierto desde más allá de la línea. Había que elegir mejor y también se estaban fallando demasiados tiros liberados, en buenas posiciones y que había que lanzar. Dicho y hecho, tras el parón el Unicaja ha lanzado 139 triples y ha metido 69, un 49.7%. En los tres últimos se ha estado en el 50% (11/24 en Dijon, 19/38 ante el Casademont y 16/26 en Fuenlabrada). Hay cada vez mejores mecanismos y ocupación de espacios en el ataque estático y eso concede mejores opciones. Y también es lógico que buenos tiradores encuentren aro. No era normal ver a Kalinoski o Carter en porcentajes tan bajos. El segundo enlaza ahora mismo un marciano 16/21 en los últimos partidos desde el triple.

Este acierto tiene su reverso, se corre el riesgo de levantar el pie atrás cuando se ve que se anota fácil. Ha habido algún tiempo muerto de Ibon Navarro en el que lo ha referido, no por meter hay que defender menos. Ahora el colchón por la inercia tremendamente positiva en la que está inmerso el equipo es amplio, pero habrá situaciones adversas en las que el nivel del partido no permita apagones. El ejemplo del primer partido de ACB (21-35 tras el primer cuarto y con acierto divino) en Vitoria está presente.

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