La historia del baloncesto malagueño rejuvenece y vuelve a las pistas
El grupo de jugadores que competirá con el Unicaja +60 en el Europeo FIMBA condensa a los hombres que pusieron las bases de la canasta en la ciudad y la provincia
Fechas y horarios de los partidos
Más de 2.700 deportistas
Decía Bill Russell, el jugador con más anillos de la historia de la NBA, que el baloncesto era felicidad. "¿Qué hace la gente cuando está loca de alegría? Saltar. Pues eso hacía cada día jugando, saltar muchas veces", explicaba años atrás el mítico 6 de los Celtics. Esa felicidad también se percibe en el grupo de jugadores veteranos que llega, bolso al hombro, para un entrenamiento del Unicaja en Los Guindos. Con achaques, las rodillas tocadas y algún ojo morado. Pero con una sonrisa enorme. Jugadores de entre 61 y 69 años conforman el equipo más veterano de los tres que ha confeccionado el club (hay también +35 y +50) para participar en el 11º Campeonato de Europa FIMBA de Maxibasket, que se disputa desde este sábado hasta el día 3 de julio en varios puntos de la provincia de Málaga. Los Guindos será el centro neurálgico de los partidos del Unicaja.
Salvador Gallar, José Nogales, Luiso Díaz, Ángel Martín de Soto, Carlos Cabezas, Armando Nogués, José Herrero, Rafa Pozo, Santi Santamaría, Alberto Muñoz Ballesta, Juan Luis Muñoz Ballesta, Paco García, Jerry Herranz, Leo Garrido y Javier Vallejo conforman los 15 jugadores inscritos en el torneo, en cada partido se meten 12 en acta. Además, han estado durante el proceso de entrenamientos, desde que comenzaron en mayo, Carlos Martín Granados, Manolo Vaca, Víctor Campos y Paco Mayo.
"Lo más interesante es la ilusión tan grande que tienen ellos, es una cosa increíble, para que los niños vayan a verlo. Entusiasmo y ganas. El problema es que tienen una edad y se lesionan con mucha facilidad, especialmente los que están mejor y se ven para forzar algo más", explica el entrenador, José María Martín Urbano, histórico técnico malagueño que dirigió al Caja de Ronda en la ACB, apoyado por José Manuel Romero, segundo entrenador; José Aranda, delegado; y el fisio, Manolo Cabrera. Dicen los jugadores que Martín Urbano no ha bajado la exigencia de su época de primer entrenador y que están, al mismo tiempo que disfrutando, sufriendo.
"El equipo mío es un crisol", reflexiona Martín Urbano, que piensa que el equipo es un pedazo de historia viva del baloncesto malagueño desde los años 60 a los 80: "Tengo tres jugadores del Club Deportivo Málaga, que desapareció en 1974/75, uno de ellos jugó la última temporada, otros las tres o cuatro anteriores. Son los hermanos Alberto y Juan Luis Muñoz Ballesta y José Herrero. Tres jugadores de la primera plantilla del Caja de Ronda, del año 1977 cuando se fundó, el mismo José Herrero, Salvador Gallar y Rafa Pozo. Cuatro jugadores de la plantilla del primer ascenso a ACB del año 1981, Gallar, Pozo, Luiso Díaz, Carlos Cabezas. Jugadores que han jugado en Primera División, Segunda División, Rafa Pozo consiguió tres ascensos, recuerdo. Hay jugadores del Miraflores, que existió antes del Caja de Ronda y jugó en Primera B, José Nogales por ejemplo, antes de la fundación del club. También de Maristas, El Palo, San Estanislao... El mayor tiene 69 años, es el mayor de los Muñoz Ballesta".
"Hemos entrenado desde principios de mayo dos veces en semana", relata Martín Urbano el proceso desde que se decidió crear el equipo: "El problema han sido las lesiones. El grupo ha respondido maravillosamente, ha arreglado los horarios de su despacho o su consultas para no fallar a entrenar. Con una ilusión extraordinaria, es bárbara. Tenemos preparadas la defensa de zona, al hombre, ataque contra pares, impares, uno abierto... Demasiado incluso (risas). Hemos intentado prepararnos a tope. A algunos les cuesta subir y bajar, dependeremos un poco de los contrarios, si van y vienen. El objetivo, aunque queramos ganar, lo hemos conseguido. Si ganamos un partido será enorme y ganar el campeonato... Ya hemos ganado. Hemos rejuvenecido. Hablamos y tenemos comidas, pero esto ha sido diferente. Hemos pasado una mala racha. Estamos fastidiados con las muertes de Alfonso Queipo y Javier Imbroda, la de antes de Damián Caneda... Nos tenía tocados, ojalá lo hubiera visto Alfonso". Se emociona el técnico al recordar a amigos que se marcharon. Fue duro el arranque de 2022. "Estarán en nuestro recuerdo, seguro", afirma. En la lucha contra el tiempo, este torneo también es una terapia fenomenal.
Uno de los jugadores más destacados del equipo fue Rafa Pozo, jugador de mucho nivel en su época y miembro de plantillas históricas de la entidad. "La verdad es que yo tenía dudas de si a nuestra edad podíamos reunir un equipo de gente. En la categoría nuestra hay pocos compañeros que estuvieran practicando baloncesto. Yo desde que fui hace tres años a Italia con una selección española junta a Salva Gallar no jugaba entonces. Con muchos achaques pero bueno, vamos tirando. Tenemos un entrenador exigente. Se cree que tiene otra vez a su equipo junior, como cuando fuimos al Campeonato de España en Vinaroz en 1976, y nos ha visto a todos con esa edad", bromea el ex jugador malagueño sobre cómo son los entrenamientos en este regreso a las pistas.
"La gente está ilusionada. El fisio Manolo Cabrera, que era el primero que tuvimos en el club, José Aranda no puede jugar y está de delegado... Hay una ilusión increíble. A nuestra edad poder volver a entrenar con la ilusión de ganar y competir y pasarlo bien es algo impagable, no tiene precio. Volver a entrenar con Martín Urbano y José Romero, con compañeros de muchos años es muy bonito. Es como una selección de todos esos clubes que empujaron para que el baloncesto en Málaga sea lo que es hoy. En alguna ocasión, yo por lo menos, he jugado con todos lo que estamos, he coincido con todos y por eso me hace mucha ilusión", continúa Rafa Pozo, que, no obstante, no pierde la vena competitiva: "En nuestra ciudad nos impone un poco de respeto y compromiso y hay que ganar partidos".
Suena el silbato en Los Guindos y la gente se pone firme a entrenar. Este sábado arranca a las 10:45 horas la competición para el grupo mayor de los tres equipos que presenta el Unicaja. Un soplo de juventud, de tiempos pasados que se reviven en estos 10 días de baloncesto veterano de Málaga.
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