Ibon Navarro, el momento actual del Unicaja y el chalet con piscina

Curiosa explicación del entrenador vitoriano para describir el estado actual del equipo

La enfermería del Unicaja

Ibon Navarro, en sala de prensa.
Ibon Navarro, en sala de prensa. / UNICAJABFOTOPRESS

Málaga/Desempolvó Ibon Navarro la sala de prensa del Carpena tras más de una semana lejos de Málaga. "Rutina", uno de los términos más repetidos del entrenador del Unicaja en la previa ante el Real Madrid, agradeciendo la normalidad tras más de una semanas entre terminales y viajes por Europa, aunque con un balance plenamente positivo salvo ese lunar de Zaragoza. "Con muchas ganas de recuperar la normalidad, el trabajo diario, cada uno sus rutinas, salir de esta vorágine de viajes y actos que nos han sacado de una rutina que es muy necesaria, así que espero que bien. Seguro que contentos de volver a estar en casa, siete días fuera de casa no es bueno", introducía el entrenador del Unicaja.

“No estoy preocupado en cómo está el equipo, estoy ocupado. Si el equipo no estuviese como pensamos que iba a estar, sí que tendría que estar preocupado. El equipo está como tiene que estar. Ya lo he explicado muchas veces. Te compras una casa preciosa con piscina, entras cuando te dan las llaves y te parece fantástico, luego te empiezan a llegar las letras, y digo ‘estoy pagando más intereses’, me encabrono y digo que esto no me gusta. Y a comienzos de mes mosqueado porque se te va la mitad de la nómina. Estás cabreado pero, chato, te has comprado la casa porque te gustaba. Ya sabes lo que tienes que pagar. Te fastidias. Es una cuestión más física que mental, va un poco relacionado. Iba a pasar. Estamos saliendo bastante bien. Tiene muchísimo mérito el habernos clasificado primeros en la BCL, tiene un mérito brutal porque tras la victoria de Galatasaray ante Manisa en la primera jornada, sabes que tienes que ganar los tres de casa y al menos uno fuera por los averages, lo hemos hecho y no era nada fácil. Ha sido clave el Carpena para los averages, entonces felicitar a la afición, agradecérselo, y han terminado siendo muy importante. Hay que ser consecuentes con lo que uno compra, no vale de nada estar celebrando la Copa y luego cabrearte sabiendo lo que va a pasar”, curiosa metáfora la que utilizaba Ibon Navarro para analizar el momento actual del equipo.

En concreto, el partido de Zaragoza, donde el Unicaja no fue reconocible, se perdió con claridad en el Príncipe Felipe y se entregó la cuchara, poco habitual en el equipo malagueño. “Los síntomas que ha podido tener el equipo, pueden ser, pero luego se tiene que dar un diagnóstico con información. No tienes ni pruebas médicas, resonancias, chequeos médicos. La sintomatología que se ve, es correcta; el diagnóstico no. Lo fácil es agarrarse a los lenguajes corporales, apatías, este tipo de cosas que son de barra de bar. No tenéis información de lo que pasa dentro a nivel físico, mental y muchas cosas. Entiendo que el diagnóstico sea que se han acostumbrado a ganar, ya no tienen hambre, la realidad es otra. Los síntomas, de acuerdo que se puede ver eso, pero no es el diagnóstico que tiene el equipo. No nos falta humildad, ni nos sobra soberbia ni nada de esto. No tiene nada que ver con eso. Os invito a que vayáis un día a La Zarzuela y que os tiréis una semana sin entrenar, que sepáis cómo le afecta a un equipo profesional cómo le afecta, ver lo que le pasa. Necesitábamos hacer unas cosas que no podíamos hacer. Hay que pagar. No me gusta perder, tampoco al equipo, hay que pagar por las cosas que uno hace y las decisiones que toma. Estas cosas de que tenemos la barriga llena… Se dijo lo mismo tras perder con Manresa”, desarrollaba Ibon Navarro.

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