¿Por qué Ibon Navarro decide renovar con el Unicaja?

Málaga/El Unicaja decidió secuestrar focos al partido con el Valencia Basket anunciando la renovación de Ibon Navarro hasta 2027. Bien entrada la tarde de este martes, timing inesperado como el anuncio de Kendrick Perry, otra operación esencial, y con un simpático vídeo junto a Alberto Miranda y Paco Aurioles, parte de ese staff que enmarca ese icónico plan del vitoriano. "Quedarme en Málaga hasta 2027", palabras en forma de onda expansiva, lógicamente de las grandes noticias en la etapa reciente del club. El Unicaja refuerza una idea, una filosofía, y hasta una forma de vivir, lo que transmite Ibon Navarro desde que llegó a Málaga en febrero de 2022. Su firma suscribe la salud de un proyecto que vive sus días más radiantes en lo deportivo y social, por culpa de Ibon y bajo el salvoconducto de un club que le permitió construir desde que se pudo. El cómo anunciaba López Nieto esa rúbrica, desde la atalaya, para la marca Unicaja es indudablemente una inyección reputacional. Un mensaje potente para las dos partes.

Su rostro, el discurso, un carisma el aficionado malagueño abraza y adora, tantos intangibles que conducen al Unicaja a esa apuesta refrendada, y mejorada. Por supuesto en lo deportivo. El técnico más laureado en la historia del club, en unos tiempos donde los títulos se lo reparten los oligarcas. Se puso la semilla en Badalona, la semana que también catapultó a Ibon, antes de lo que atisbaba el Unicaja. Y mantener el escalafón hasta aquí, dos años después, con la BCL en Belgrado, la Intercontinental en Singapur y una Supercopa en Murcia, las fotos más preciadas del 2024, donde se superó el 80% de victorias. Con el extra de esa Liga Regular en ACB (28-6), sin ser un título pero habla de la posición actual del club. Con el mayor porcentaje de victorias (72.62%), por encima de los maestros Boza Maljkovic (64.56%), Sergio Scariolo (58.47%) o Joan Plaza (54.15%).

¿Y por qué accede Ibon Navarro a renovar con el Unicaja? Entendible que surja esa pregunta por lo apetecible que puede ser una figura como Ibon Navarro, su expediente, edad (48 años) y todo lo que envuelve al preparador vasco, nombre anotado por los grandes equipos de Euroliga, conocido y asumido en el Unicaja. "El ganar títulos pone a los entrenadores en los mejores escaparates, pero él valora mucho también de donde venimos, de donde él venía, lo que se está consiguiendo aquí y creo que si seguimos en esta línea tendremos Ibon para rato", ya dejaba caer Juanma Rodríguez la proximidad de esa firma. La cercanía con el director deportivo, con alguna desavenencia, como en las grandes familias, pero es una relación sólida y positiva, al igual que con López Nieto, suele ensalzar Ibon la visión del presidente y su forma de diagnosticar el negocio. No es fácil encontrar esa comodidad en el día a día, y así se ve a un Ibon plenamente integrado con el club y su estructura, partidos y actividades de cantera o las visitas fluidas al femenino, entre otras labores invisibles del técnico. Las conversaciones para esta renovación fueron sencillas y rápidas, para el calado de la firma, con un contrato mejorado y unas condiciones de salida favorables para el club. Habla de cómo Ibon concibe actualmente al Unicaja, con un método bajo el sello del vitoriano. "Hemos creado algo superbonito, ya no solo el equipo, sino el método Unicaja, por cómo trabajamos. Eso ya está ahí, da igual las personas que estén. Le da mucha identidad al club, que se ha vuelto a reenganchar además con Los Guindos, afición, la cantidad de camisetas del Unicaja que ves por la calle. Todo eso era lo más difícil de imaginar en 2022, con ese desafío que había. Es lo más importante", expresaba Ibon hace unos meses en Málaga Hoy.

Asume ese reto ambicioso de mantener la posición actual del Unicaja, y valora el camino hasta aquí, la apuesta que hizo el club en su momento y la confianza en ese verano del 2022 ante un contexto contrario, el cómo ha recuperado la entidad su prestigio, socialmente con un Carpena que late en sus mejores tiempos, con listas de espera, y el haber consolidado a un grupo ganador, con el esfuerzo que hace el club para mantener el grueso de esta plantilla. Y con éxito, un plan estratégico del Unicaja afianzado en el largo plazo, con hasta nueve jugadores firmados hasta 2027, algunos troncales como Perry, Taylor o Kalinoski, donde el club partía en una posición difícil para retenerlos. Se antoja difícil esa puntería con Carter y Osetkowski, jugadores de gran talento y mercado, ambos acaban contrato este verano, para Ibon es un desafío el reformular al Unicaja cuando toque. No es un drama, sino una oportunidad para seguir revitalizando al grupo, la pretensión de cada verano.

Actualmente, el Unicaja es un buen punto estratégico para permanecer, así se sospecha en los mentideros del baloncesto. La incógnita de cómo va a avanzar el paradigma europeo, la NBA, el choque de placas tectónicas... La posición del club malagueño es interesante, sin ser tampoco una certeza. No se lo quiere perder Ibon Navarro, que de momento esperará a dar ese salto, a no ser que lo haga de la mano con el Unicaja.