Jakub Urbaniak, el malagueño del Dreamland Gran Canaria

Nacido en Polonia, pero criado en Málaga desde los tres años, Jakub Urbaniak (2003) ha trazado un elogiable camino en el baloncesto profesional. Salió del Unicaja en 2021 y ahora regresa al Carpena como parte de la plantilla del Dreamland Gran Canaria, próximo rival de los malagueños, uno de los planteles más potentes de la ACB. Como ese jugador híbrido de formar parte del día a día y alguna aparición en la rotación, Jaka Lakovic escruta ese proceso del pívot, de solo 21 años. Un activo del club claretiano, que lo moldea para que se convierta en un cupo de nivel a largo plazo, en una dinámica competitiva como jugar en el Granca, aspirante a cotas altas esta temporada. Ha jugado cinco partidos esta temporada: tres de ACB (pocos segundos en Andorra y recientemente en Murcia, y casi cuatro minutos en Manresa), más dos de Eurocup). Ante el Ulm, 11 puntos y 6 rebotes en 21 minutos, su mejor partido. Están los minutos caros con los pívots canarios, pero es un buen aprendizaje ese trabajo diario con esa plantilla, algo parecido, aunque en otras etapas, a Mario Saint-Supéry en el Unicaja y esos meses bajo las órdenes de Ibon Navarro. En esa fase está Urbaniak, quemando etapas y con un techo desconocido aún. Difícil que pueda jugar ante el Unicaja, pero sí una entrada en convocatoria y recibir el cariño del Carpena.

De padre nigeriano (era Jakub Coulibaly en su etapa en el Unicaja). Visto en Los Guindos como un jugador de progresión al marcharse en 2021. ¿Y cómo ha acabado este jugador en la Isla? Tras su salida, aterrizó en la República Checa, la Get Better Academy, con 18 años. Firmó su primer contrato profesional en el Trefl Sport polaco, país de su madre, que entrenaba un ex jugador del Unicaja, Zan Tabak. Una escasa participación, pero sí aprovecharía el Europeo sub 20 del pasado verano (8.7 puntos, 9 rebotes y 10.7 de valoración) y llegaba la llamada del Gran Canaria, para su equipo filial de LEB Plata. Puente que se dio con Olek Balcerowski, aunque el ahora cajista llegó a la Isla en cadetes. El no ocupar plaza de extranjero y una buena temporada en la ahora Segunda FEB (15.1 puntos y 7.6 rebotes) le permite tener hueco a las órdenes de Jaka Lakovic, en un potencial rival directo del Unicaja. En agosto se confirmaba ese ascenso a la primera plantilla, y actualmente es un futuro proyecto de la selección polaca, preseleccionado en la última Ventana aunque no pasó el último corte.

En el club malagueño se le adivinaban notables cualidades físicas y atléticas con un creciente conocimiento del juego cuando estaba en el Unicaja aunque no fuera un jugador que numéricamente descollara en la cantera. Un ala-pívot de 2.05 metros, físico ya preparado y una progresión destacable la que ha tenido en su juego. El Unicaja lo tuvo estos años en el radar, pero aceptó ese pase al club canario.