Jóvenes emergentes en la Copa del Rey: Veinteañeros desafiando a Darwin

Mario Saint-Supéry, Hugo González y alguno más experimentado como Juan Núñez y Eli Ndiay, la nueva ola emergente

Media Day del Unicaja

Hugo González, Mario Saint-Supéry, Eli Ndiaye, Dame Sarr y Juan Núñez.
Hugo González, Mario Saint-Supéry, Eli Ndiaye, Dame Sarr y Juan Núñez. / ACB Photo

La ACB es la liga más exigente de Europa, no es algo nuevo. La dificultad de los jóvenes para consolidarse es alta. Hay una fuga de talento a Estados Unidos, con el atractivo de la NCAA para compaginar estudios y baloncesto y la idealización de la formación americana, que no siempre es productiva a largo plazo cuando se habla de la cancha. Pero también ese darwinismo que hace que sólo perviva el más fuerte permite que los jugadores talentosos que son proyectos top provoquen unas expectativas altas si producen de manera continua con los mayores. Esta temporada se está viendo cómo se consolidan en ACBproyectos estimulantes que, en un momento de cambio generacional más acusado en la selección española, provocan especial interés. Hay veinteañeros en varios equipos con minutos importantes. No en roles aún principales, sólo muy puntualmente, pero es un primer paso, se llama a la puerta. No se adivina una explosión como la de Pau Gasol en Málaga en 2001, algo con muy difícil parangón, pero sí generan interés.

En este panorama ha emergido el malagueño Mario Saint-Supéry, que ha encontrado las condiciones ideales para crecer como jugador. A sus 18 años, el rinconero (tiene contrato hasta 2028 con el Unicaja) está cedido en Manresa, donde Diego Ocampo le moldea como ya hiciera el año pasado en LEBOro con el Tizona Burgos. Tiene minutos en ACB y BCL, espacio para equivocarse y está recogiendo frutos. Tuvo un final de 2024 muy llamativo, en las últimas semanas, ha tenido algún problema físico, su protagonismo ha menguado algo sin dejar de tener una presencia continuada. Ha tenido partidos rondando los 20 puntos, con algún recital ante rivales potentes como Tenerife o Baskonia. Y en este proceso de crecimiento hay picos y valles. Es un jugador competitivo al que no le achican grandes escenarios. Era capaz de echarse a la espalda a una selección sub 18 en una final de un Europeo en Serbia ante 5.000 espectadores. Sucede que es nada menos que el Real Madrid el rival que le ha correspondido al Baxi Manresa. No obstante, el equipo catalán, en la primera vuelta, fue el que mejor balance tuvo en la particular liguilla de los participantes en Gran Canaria, con un balance de 5-2. Es un equipo que juega a ritmo y sin complejos, bien lo padeció el Unicaja en ese -40 en el Nou Congost.

Compañero de generación (2006) de Saint-Supéry es Hugo González. El madridista es un jugador especial también. Se recuerda una final de España cadete Unicaja-Madrid cadete en San Fernando hace apenas tres años, en 2022, con un duelo entre ambos tremendo que cayó del lado blanco. Volverán a verse en Gran Canaria. Coinciden en la lista de Sergio Scariolo que ofreció esta semana para las ventanas posteriores a la Copa y son buenos amigos. “Es una dimensión inicial de un crecimiento que tiene que llevarlos a jugar no solo minutos decisivos de partidos decisivos, sino también acciones decisivas en partidos importantes y en momentos decisivos de los partidos. Es decir, que es una progresión y que se ha empezado. Es evidente que se ha empezado. Lo que marcará la diferencia es justo cuando llegarán a ser los jugadores que tendrán la pelota en la mano cuando estás 80-80 a 3 minutos del final y te juegas tú la posesión para generar la ventaja importante. Eso todavía está delante de ellos y tiene sentido que no estén ahí todavía. Pero es lo que necesitamos. No jugadores de alto nivel de clase media, sino jugadores con esa capacidad decisiva de hacer cosas de altísima dificultad. Yo creo que llegarán seguramente antes de los que los han precedido, pero que todavía no están ahí. Hay que darles tiempo, paciencia y no pensar que solo porque uno juega en determinado partido bastantes buenos minutos está hecho. Que es meritorio y que estoy extremadamente agradecido a sus entrenadores. No agradecido, sino complacido y aprecio mucho. Pero hay una progresión que va en esa dirección y esperemos que vayan dando pasos adelante”, explicaba Scariolo en estas páginas sobre la proyección de este grupo. González ha ido escarbando minutos con Chus Mateo y en el último mes y medio es ya fijo en la rotación madridista. Alero de dos metros, con piernas explosivas y cualidades defensivas poco frecuentes en el baloncesto eurepeo, juega por encima del aro.

Se echará en falta a otro talento especial, Sergio de Larrea, ya debutante con la absoluta el verano pasado. Una lesión en el hombre le va a tener de baja. Igualmente, Juan Núñez (Barcelona) y Eli Ndiaye (Real Madrid), dos jugadores con más cuajo, el base de regreso tras dos años en el Ulm y que ya jugó el Mundial 2023 con España. El senegalés de origen espera cumplir los 21 años para jugar con la selección sin contar como nacionalizado. Y más chavales, como el croata Ruzic (Joventut, 2006), el italiano Sarr (Barcelona, 2006) o el malagueño formado en el Unicaja, Jakub Urbaniak, internacional por Polonia, que está en el roster del anfitrión, el Gran Canaria. La Copa siempre fue lanzadera de grandes proyectos. ¿Será también en esta ocasión?

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