Joventut - Unicaja: Cartera recuperada en Cataluña (75-79)

Victoria de tronío del Unicaja en el Olímpic de Badalona, lugar habitual indigesto salvo aquel fin de semana de febrero mágico de 2023. El equipo de Ibon Navarro recuperó en tierras catalanas, a unos 65 kilómetros de Manresa, las señas de identidad que extravió en un día aciago en el Congost. Obviamente, este no es un equipo de un día, sino ya con una trayectoria muy solvente para comprender que aquello fue un accidente, no la derrota sino la manera. De vez en cuando sirven para espabilar cuando se está en las nubes. Y en Badalona el Unicaja jugó con pinturas de guerra y el cuchillo entre los dientes para conservar el liderato de la ACB. Hubo altibajos, no existió la constancia en el rendimiento de los días redondos, pero siempre fue un Unicaja reconocible, sufridor, capaz de aguantarse en momentos de dificultad. Y en un día sin un brillo desmedido dejar cinco jugadas de Top 10 de la ACB con conceptos de baloncesto para generar canastas sin bote. 75-79 fue el resultado final, síntoma de que hubo que trabajarlo hasta el minuto final.  

Queda un partido en Andorra para ir al parón arriba, pero Ibon Navarro va con las luces largas. Djedovic y Ejim fueron los descartes esta vez. Alberto Díaz va mejorando y necesita minutaje aunque lógicamente diste de su mejor versión, que se evidenció en la primera mitad. Pero todos son necesarios. La salida fue excelente, con un 0-8 de parcial que obligó a Miret a un tiempo muerto. El Unicaja había preparado bien la defensa de Tomic, que hizo sus números buenos de costumbre pero que no rajó la defensa malagueña de manera excesiva. Intentó resguardarse y conceder el triple en caso de duda el cuadro cajista. El Joventut equilibró el partido a base de tiros libres, siendo más agresivo y también con algunos errores defensivos a la hora de puntear tiros. 

El segundo cuarto fue más pastoso. El Unicaja perdía situaciones de rebote, hizo daño la primera vez que alineó Miret a sus torres gemelas, Pustovyi-Tomic, dos jugadores de más de 2.15 a la vez, rara avis en el baloncesto moderno, un recurso más que un plan. Pero los problemas de lesiones obligan a agudizar el ingenio. La primera ventaja verdinegra llegó con la canasta de Dotson casi sobre la bocina (33-32).

Tras el descanso irrumpió un Tyson Carter muy inspirado, con varias canastas de calidad y dos triples. Ha tenido unas semanas algo raras, sin tanta continuidad, pero la calidad está latente. Cambió la rotación Ibon. El Joventut cogía confianza para meter de tres y los equipos entraban en un momento común de inspiración que inflaba algo el marcador en el cuarto más fructuoso. Había matices interesantes en el partido, destellos de Kalinoski, algunos momentos de Tyson Pérez con su agresividad bajo el aro, pero el Joventut seguía arriba (59-57).

En el cuarto final, la carga final malagueña, se enlazó un parcial de 2-14 que fue demoledor. Taponazo de Tillie, pase largo de Perry y matazo de Carter, aparición celestial del francés para meter dos triples seguidos y colocar otro tapón además de forzar una pérdida. Dos rebotes ofensivos determinantes de Kravish para irse por 10 puntos. Volvió la Penya, con un triple a tabla de Hanga (70-73) y una bola para acercarse más, pero la defensa de Osetkowski fue sensacional en el poste bajo y el contraataque acabó en canasta de Kalinoski. El Unicaja recuperó la cartera que se había dejado en Manresa y sigue líder.

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