Kameron Taylor, un pasaporte congelado

El Unicaja tiene siete jugadores en estas ventanas de selecciones internacionales. Dos de ellos, Perry y Osetkowski, no son nacidos en Montenegro y Alemania, pero tienen los pasaportes de esos países, lo que les habilita para jugar partidos internacionales. David Kravish también tiene pasaporte búlgaro y jugó con el país del Este, trámite previo a su fichaje por el Unicaja.

Los dos únicos jugadores de la plantilla que ocupan plaza de extracomunitario ahora mismo son Tyson Carter y Kameron Taylor, aunque hay seis norteamericanos en el plantel. Además de los citados, Kalinoski tiene pasaporte belga por matrimonio. Carter es un jugador goloso para cualquier selección nacional en este aceptado mercado de fichajes de selecciones, cada una puede alinar a uno en cada ventana de partidos o competición larga. Kameron Taylor, como publicaba este periódico meses atrás, gestionaba un pasaporte para poder jugar con la selección de Túnez. A través de sus agentes habían contactado con el jugador para tantear su disponibilidad, le presentaron un proyecto y había buena sintonía. Se avanzaba en el proceso pero se ha parado por una curiosa circunstancia. Taylor jugó unos meses en el Maccabi de Tel Aviv, en la temporada previa a su llegada a Girona. Ya se sabe que las relaciones de Israel ahora mismo con la mayoría de países musulmanes no es precisamente idílica. Y desde las instancias de poder tunecinas se ha decido ahora mismo frenar esta nacionalización que reforzaría a la selección.

Que Kameron Taylor tuviera un pasaporte hubiera dado más flexibilidad para la futura planificación del Unicaja. El jugador tiene 31 años y contrato hasta 2027 tras la última actualización, pero también el reverso es que ello le haría ser un jugador más atractivo en el mercado con ese pasaporte cotonou que le permitía no ocupar plaza de extranjero. El Unicaja consiguió elevar la cláusula de Taylor en torno al millón de euros tras mejorar su sueldo. Su rendimiento está siendo sobresaliente desde que llegó, con su capacidad en las dos canastas. De momento, se queda descansando.