Kendrick Perry se acerca a la plenitud

Málaga/En el mecano que es el Unicaja, en el que cada cual tiene su rol preciso para que todo funcione tan bien, Kendrick Perry es, de alguna manera, quien acciona la palanca para que todo funcione. Su ascendencia sobre el grupo es enorme, ya ejerce de capitán también, como se veía en la ofrenda a La Victoria de los títulos ayudando a Alberto Díaz a cargar con Supercopa e Intercontinental. Aparte de esa influencia positiva sobre el núcleo de americanos y como nexo con los demás, se está viendo a un Perry maduro sobre la pista desde el punto de vista baloncestístico. Sin perder su esencia, ese vértigo que marca un tanto la filosofía de este Unicaja, pero interpretando mejor situaciones. Ayuda, claro, su tercera temporada en Málaga y un conocimiento profundo del grueso de sus compañeros, que forman el esqueleto de lo que en el verano de 2022 arrancó en un viaje a lo desconocido y que está resultando fascinante.

En los ocho partidos oficiales que ha jugado el equipo, Perry es quien más ha jugado (21 minutos de media), con 11.6 puntos (91% en libres, 60% en tiros de dos y 29% en triples), 4.5 asistencias, 2.8 rebotes y 14.8 de valoración. Menos en los rechaces son topes del equipo. Y sólo promedia 1.3 pérdidas, cifra baja para alguien que no especula precisamente con la bola y no practica el básket control. Pero su impacto parece superior a las cifras, se juega a lo que él quiere en los partidos sin necesidad de producir numéricamente. Es sólo el inicio de la temporada y hay que ver el desarrollo del curso, la muestra es aún pequeña, irán creciendo las dificultades, pero hay detalles de una evolución. Sostienen entrenadores y jugadores que se puede mejorar siempre, también pasados los 30 años. El primer pase en el contragolpe o las transiciones en vez de usar el bote, una tentación siempre por su portentosa velocidad, es algo que está empleando con más frecuencia para encontrar situaciones más favorables para los compañeros. No siempre tirar tras penetrar, también dividir la defensa rival y pasar. Mejor selección de los tiros de dos puntos de media distancia para elevar el porcentaje. Y una actitud madura en defensa. Siempre ha sido bueno atrás, haciendo que el nivel no menguara cuando Alberto no marca la línea, pero está teniendo actuaciones notables, también las tuvo en la Supercopa ante élite nacional y europea. Es parte del trabajo con Ibon Navarro y el cuerpo técnico para optimizar la idea de juego y también callo después de 10 años jugando ya como profesional, los últimos con estabilidad en Málaga, donde ha encontrado su lugar en el baloncesto. La dosificación del esfuerzo, 21 minutos por duelo, ayuda a prolongar el buen momento. La duda de si el físico le da para la Euroliga, puede sufrir con pares más poderosos, siempre está ahí, pero va consolidando actuaciones.

Sus palabras tras ganar la Supercopa resumen bien su momento vital y profesional en Málaga. “Cuando miras el proyecto que empezamos hace un par de años, si te dicen que en tres años, mi tercer año, estaríamos competiendo en competiciones intercontinentales y ganarle a uno de los mejores equipos de Europa... Podría haber pensado que me vacilabas, pero es un grupo especial. Entendimos que podríamos ser especiales desde el día 1. Es solo una reflexión de todo esto. Cuando veo a todos estos chicos celebrando, veo a ellos, no solo como jugadores de básket, sino como personas y todos los triunfos y tribulaciones que han tenido respectivamente en sus vidas. Hemos crecido juntos mucho como un grupo en estos últimos dos años. Es extremadamente especial cuando podemos compartir momentos como estos juntos. Todo el mundo sabe lo que supone Málaga para mí”, decía en Murcia. Pero él sigue también con su labor de líder fuera de la pista. El día de la presentación de Balcerowski le esperaba, tiempo después de acabar el entrenamiento, para llevarlo al hotel e ir integrando al último, al que ya va encontrando también en la pista...