Kendrick Perry y Alberto Díaz, un águila de dos cabezas
"Ya no es Alberto el estandarte, el que lleva la bandera todo el día y el resto detrás. Ha encontrado a alguien, que además comparte posición con él, que acompaña a la imagen icónica del club", reflexionaba Ibon Navarro sobre la renovación del americano
Renovación estratégica
El penúltimo día del año se oficializaba la renovación de Kendrick Perry con el Unicaja hasta 2027. Un movimiento que el club entendía estratégico, asegurar la presencia del de Florida, faro esencial del equipo, durante dos temporada más. Cumpliría contrato con 34 años. Está en su madurez, está desplegando el mejor baloncesto de su carrera en estos meses, viene de ser MVP de la BCL el año pasado... Pero se piensa que lo mejor está por venir. Y su impacto también fuera de la pista es enorme, desde su carisma para con los aficionados hasta ejercer de pegamento con los jóvenes y los americanos.
No se había podido preguntar a Ibon Navarro, que ha insistido repetidamente en que la pervivencia de este ciclo pasa por el mantenimiento de esta estructura de jugadores, sobre qué suponía la renovación de Perry para el club y el equipo. Y era interesante escuchar lo que decía el vitoriano para el que es uno de los capitanes del Unicaja, junto a Alberto. “Kendrick es un jugador que, más allá de cómo es como jugador y lo que hace en la cancha, lo que hace a nivel de carisma, identificación con el club, química de equipo, lo buen compañero que es… A nivel de muchas cosas es muy importante tener a este tipo de jugadores tan cerca en un equipo y tan comprometidos con la idea del club. Creo que es muy positivo para él. Ha encontrado un buen sitio después de tantos años, para aquí y para allá, un sitio donde se encuentra cómodo, rinde como en ningún sitio como jugador", reflexionaba el técnico vitoriano.
Y la coda era también valiosa, por lo que suponía de haber descargado de responsabilidad a su compañero de posición, Alberto Díaz. "El club ha encontrado un jugador que va de la mano con Alberto. Ya no es Alberto el estandarte, el que lleva la bandera todo el día y el resto detrás. Ha encontrado a alguien, que además comparte posición con él, que acompaña a la imagen icónica del club. Y creo que es muy positivo, a medio y largo plazo del club”, cerraba su análisis el entrenador cajista, que finaliza su contrato en 2026. De alguna manera, ese águila de dos cabezas que posaba en el Santuario de la Victoria con los dos trofeos de la Supercopa y la Intercontinental.
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