Kevin Punter, un killer que debuta en el Carpena

El exterior del Bronx fue uno de los fichajes relumbrón para mejorar la plantilla del Barcelona y se estrenará en el Barcelona

"El mejor clutch player de Europa", dice Ibon

Kevin Punter, con el Barcelona.
Kevin Punter, con el Barcelona. / Efe

Es una historia cada vez más común en el baloncesto europeo. Americano que llega a una liga menor o a un equipo menor de una liga media-alta a su salida de la NCAA y se acaba convirtiendo, después de escalar peldaños, un pez gordo en la Euroliga. La ejemplifica Kevin Punter, quizá el fichaje estrella del Barcelona para esta temporada, que visitará el Martín Carpena por primera vez. A sus 31 años, en plena madurez, es uno de los exteriores más desequilibrantes de Europa. Comenzó, como lo hizo Tyson Carter en el viejo continente, en el Lavrio griego, aunque no fue el trampolín que sí fue para el fino combo de Mississippi, que de ahí fue al Zenit, entonces en Euroliga, y después vino para estar, al menos tres años en Málaga. Punter siguió una ruta por Bélgica, Polonia, Italia y Serbia antes de desembarcar en la Liga Endesa.

Los caminos torcidos a veces endurecen más a los jugadores, separan a los que tienen mentalidad pétrea de los que no. Quizá haber nacido en el Bronx, en uno de los barrios más baloncesteros del mundo, curte. Hay más de 100 que llegaron a la NBA. En el Unicaja jugaron, por ejemplo, Frank Elegar y Shammond Williams. Es lo que le sucede a Punter, que antes de casi liderar al Partizan a la Final Four en aquella recordada batalla que inició el Real Madrid y que le impidió jugar los dos partidos de Belgrado después de que la serie de cuartos de final marchara 0-2 a la capital serbia, pasó por clubes de dimensión bastante menor. No acabó la temporada en el Lavrio y se marchó Antwerpt Giants para acabarla. Siguió en el Rosa Radom polaco, ya con una media de casi 20 puntos por partido y ello le llevó a que le reclutara el AEK de Atenas a mitad de temporada. De ahí, salto a la Virtus de Bolonia, ya en la esfera BCL.

Y el salto a la Euroliga, primero en el Olympiacos, sin mucho brillo, cuando ya tenía 27 años. Vale para dimensionar lo que son las carreras y la dificultad que tiene llegar en el momento preciso. A mitad de temporada saldría al Estrella Roja y allí promedió 15.9 puntos por duelo, lo que le valió un gran contrato con Ettore Messina en Milán. De allí, a un contratazo en Belgrado con Obradovic aunque se jugara en Eurocup. No se ganó la competición, pero sí la invitación, lo que propició que estuviera dos años en la capital serbia, aunque en el otro bando, y se convirtiera en mito para los grobari. "Mis compañeros de equipo creen en mí, me dieron el balón. Nos mantuvimos unidos. Esos muchachos lucharon, pero nos mantuvimos unidos, creímos los unos en los otros y pudimos lograrlo", decía tras la victoria de la semana pasada en la pista del Estrella Roja en un escenario caliente. "Seguramente sea el mejor clutch player de Europa", afirmaba Ibon Navarro en la víspera del partido. O sea, el mejor jugador decidiendo partidos. Hay vídeos que refrendar su acumulación de canastas decisivas con el paso de los años.

Nunca se ha enfrentado al Unicaja Punter, que visitará el Carpena este domingo como una de las amenazas esenciales del equipo catalán en su ofensiva, más quizá aún sin Nico Laprovittola, otro jugador que amasa mucho balón.

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