Killian Tillie, en Málaga para un reconocimiento que será largo
El ala-pívot francés está en la ciudad pasa reconocimiento médico, aunque el resultado de las pruebas no es inmediato
Volverá a su país porque se casa este fin de semana
Presentación de camisetas
Killian Tillie (París, 1998) se encuentra en Málaga para pasar reconocimiento médico con el Unicaja. Es un trámite obligado en cualquier fichaje, pero en este caso tiene una motivación mayor. El jugador ha estado sin jugar un partido oficial desde marzo de 2022 por lesiones de espalda y tobillo con cirugías, reapareció hace unas semanas en la Summer League de Las Vegas, donde ofreció una buena impresión jugando para Boston Celtics. Pero su intención de regresar a la NBA no llegó con proposición de contrato asegurado. Así que buscó otras opciones y ahí apareció el Unicaja, que ponderó su contratación.
El acuerdo entre los agentes del jugador y el club malagueño para fichar al ala-pívot (26 años y 2.08 metros) existe, pero todo está a expensas de lo que digan los doctores en las distintas revisiones que el jugador francés pasa esta semana en Málaga. El reconocimiento no es de resultado inmediato, exige una serie de pruebas. No es una resonancia magnética o una ecografía que dice si hay una rotura fibrilar. Es un proceso algo más largo, hay que mandar resultados a especialistas para valorar, y es posible que en esta semana no se resuelva definitivamente. El club no hará ninguna comunicación oficial hasta que todo esté formalizado. La idea sería que, si todo va OK, se incorporte inmediatamente. El jugador se casa el próximo domingo y volverá a Francia.
Tras ese periodo de baja prolongado, Tillie estuvo con los Celtis y compareció a buen nivel en Las Vegas, promediando 8.4 puntos en 17 minutos por duelo en una competencia en la que siempre hay que coger con algodones las actuaciones pero que le mostró competitivo en una NBA en la que los protocolos de lesiones se respetan al máximo. El jugador ha seguido trabajando en Francia, concretamente en Antibes, donde la deportiva familia tiene su punto de reunión en el país, en las últimas semanas mientras aguardaba resolver su futuro.
No está muy lejano el caso Marco Spissu, al que en el verano de 2021 se echó para atrás en un reconocimiento médicos después de haber anunciado su fichado y de jugar los Juegos de Tokio. El base italiano ha seguido desarrollando su carrera con normalidad y esta campaña jugará en la ACB, en Zaragoza. En el caso de Tillie hay unos precedentes serios de lesiones que obviamente hay que valorar. Es un jugador que sin ese paréntesis sin jugar no estaría en ningún caso al alcance del Unicaja, pero la coyuntura permite acceder a él. Con la incógnita del rendimiento, pero el esqueleto de plantilla que se mantiene propicia que se pueda tener ese margen para apostar. Si sale bien puede elevar el techo del equipo, es el pensamiento que hay.
El Unicaja, desde que se cayó la opción Balcerowski, ha ido escrutando opciones, siempre con la necesidad de un jugador con pasaporte europeo o cotonou. El polaco cuadraba el círculo porque era un cupo de mucha calidad. Precisamente, Ergin Ataman la posibilidad de fichar a un pívot para el Panathinaikos, Omer Yurtseven, turco de origen uzbeko, que en los últimos años estuvo en la NBA tras pasar por la NCAA después de haber tenido ya minutos en Euroliga con el Fenerbahce. Pero no está cerrado aún. El Unicaja tenía un acuerdo pactado con Balcerowski que se rompió cuando el campeón de Europa frenó su salida una vez se cayeran varias opciones que tenía.
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