Killian Tillie, riesgos y beneficios del posible fichaje del Unicaja

La sugerente opción de Killian Tillie para reforzar el juego interior del Unicaja después de que se rompiera la llegada de Olek Balcerowski una vez Ataman y el Panathinaikos vetaran la salida del pívot polaco entraña también sus riesgos. En Los Guindos hay bastante prudencia porque saben que la prioridad del jugador era quedarse en Estados Unidos una vez está recuperado tras enlazar lesiones importantes de espalda y de tobillo. Allí tiene encarrilada su vida, su pareja y tiene casa en Spokane, la ciudad donde tiene sede Gonzaga, la universidad en la que se formó durante cuatro temporadas. Su último partido oficial es de marzo de 2022. Desde entonces, el ala-pívot francés, de 26 años y 2.08 metros, emprendió una ardua tarea de rehabilitación que desembocó en su participación en la Summer League en Las Vegas defendiendo la camiseta de Boston Celtics. Allí ofreció una grata impresión, creciente conforme pasaban los partidos. Es un jugador al que, en condiciones normales, el Unicaja no podría tener acceso en ningún caso. Es ese periodo de baja y esa necesidad de tener continuidad lo que puede hacer al jugador parisino optar por la proposición malagueña. Es un jugador que sano es de dimensión superior, pero que por circunstancias puede acabar vistiendo de verde y morado.

Tillie, le consta al Unicaja, tiene ofertas en formato two way de Cleveland Cavaliers y Golden State Warriors para trabajar en pretemporada. Se trata de un contrato híbrido, mediante el cual el jugador que lo firma puede prestar sus servicios tanto para un equipo de la NBA como para su afiliado de la G League. Pero no ofrece estabilidad, tiene un tope temporal. Es por ello que Tillie valora la opción de regresar a Europa porque ahora su carrera necesita esa continuidad para recuperar su mejor versión como jugador. Hay que tener en cuenta que profesionalmente no se ha desarrollado en Europa, con 18 años decidió cruzar el charco y compatibilizar baloncesto y estudios en la NCAA. Personalmente cada uno tiene sus motivaciones y sólo uno sabe si se cumplen, pero la realidad es que con 26 años su carrera está en un punto en el que ha tenido apenas 50 partidos de NBA. Es un punto también a tener en cuenta en su adaptación en una hipotética llegada a Málaga.

El ala-pívot llamó la atención en categorías inferiores de la selección francesa, de hecho fue MVP del Europeo sub 16 en 2014. 14.3 puntos, 9.6 rebotes, 1.7 asistencias y 22.8 de valoración para ganar un torneo. La lista de MVPs de ese torneo suele ser garantía de llegar. Los últimos tres fueron canteranos del Unicaja: Rubén Domínguez, Mario Saint-Supéry y Guille del Pino. Ricky Rubio, Valanciunas, Dario Saric, Mario Hezonja, Dzanan Musa, Garuba, Killian Hayes son otros nombres de los últimos 20 años que lo consiguieron. Prosiguió jugando torneos antes de dar el salto a la NCAA. Allí en Gonzaga (donde estudió también Domas Sabonis) se labró una buena fama, con un porcentaje de triples acumulado en sus tres años del 47%. Aunque no fue drafteado, sí se ganó un contrato en los Grizzlies, donde compitió con Santi Aldama.

No tuvo mucho protagonismo en Tennessee, compartió experiencia con los Hustle de la G-League, antes de que llegaran las lesiones. Y en ese punto de reencontrarse como jugador se encuentra Killian, que proviene de una familia deportiva del máximo nivel. Su padre, Laurent, fue dos veces olímpico como jugador de voleibol con Francia. Se casó con Caroline Keuleb, capitán del equipo de Países Bajos del mismo deporte. Su hermano mayor, Kevin, fue también jugador de voleibol y fue entrenado por su padre, después seleccionador, en el combinado francés. Kim, bien conocido en la ACB por su experiencia en Murcia, Baskonia y Gran Canaria, de hecho en Río'16 coincidieron los hermanos mayores y el padre. Todos ellos fueron olímpicos. Su tío, Patrice, también fue internacional en waterpolo con Francia.

Tillie sería ese 4.5 que buscaba en el mercado el club malagueño. Con la sanción pendiente de Dylan Osetkowski, que aún se desconoce su duración, daría versatilidad a ese juego interior, con esa capacidad para abrir el campo. No es un jugador especialmente atlético, habrá que ver su versión tras las lesiones, pero sí con buen timing reboteador y taponador a lo largo de su carrera, al tiempo que buen pasador para engrasar el juego. También tiene su capacidad para anotar cerca del aro. El Unicaja aguarda, sin perder de vista otras opciones, el sí definitivo de Killian Tillie para fortificar la plantilla. Se ha escrutado su participación en la Summer League, aunque con las lógicas reservas de una competición que tiene sus particularidades. Es un fichaje con riesgos, pero también con hipotéticos beneficios. Habría reconocimiento médico exhaustivo para tener una cierta seguridad.