Kobe Bryant-Reggiana, los lazos del mito con el rival del Unicaja

La leyenda, cuya infancia quedó marcada en Italia, jugó varios años en las categorías inferiores del Reggiana mientras su padre, Joe Bryant, terminaba su carrera profesional

Juanma Rodríguez y los peligros del Reggiana

El pequeño Kobe Bryant, en Italia.
El pequeño Kobe Bryant, en Italia.

Málaga/Entre los grandes jugadores del Pallacaestro Reggiana, rival del Unicaja en los cuartos de final de BCL, aparece el de Joe Bryant, padre de Kobe Bryant. El pequeño Kobe llegó a Italia con seis años, desde su Filadelfia natal, a Rieti, a 70 kilómetros de Roma, allí aprendió a jugar al baloncesto, siguiendo la etapa italiana de su padre tras nueve temporadas en la NBA (Sixers, Clippers y Rockets). En ese éxodo de jugadores americanos a Europa, pronunciado en los ochenta y noventa, ahí viviría Reggiana los mejores tiempos en su medio siglo de historia, empezó a moldearse uno de los jugadores más grandes que ha dado el baloncesto. Primero en Reiti (1984-1986, y Reggio Calabria (1986-1987), ambos clubes desaparecidos; Pistoia (1987-1989) y el Pallanacanestro Reggiana (1989-1991), los últimos pasos de Joe Bryant como profesional.

Kobe Bryant y su padre Joe.
Kobe Bryant y su padre Joe.

Siete años importantes para construir el carácter de Kobe Bryant, donde empezó su amor por el baloncesto, cumpliendo en cada paso de esa formación gracias a una cultura europea interiorizada, su disciplina y ética de trabajo, se habló de Kobe Bryant de esa faceta enfermiza y obsesiva durante su carrera... algo tuvo que ver Italia, fuera de entornos negativos en su infancia y otras inquietudes, una ventaja ante jugadores de su generación como Allen Iverson, otro icono a su manera, de ese Draft del 1996, uno de los mejores de siempre. “Estar en Italia me hizo más maduro, tuve que crecer más rápido y nos unió mucho como familia. No conocíamos la lengua, no conocíamos a nadie“, reconocía Kobe en una de tantas entrevistas, tema recurrente. Pero hablaba baloncesto. Jugó en las categorías inferiores del Reggiana, diabluras con 12-13 años, hay vídeos donde ya se ve esa postura reconocible al botar el balón, el gesto natural. En las canchas y colegios de Reggio Emilia, una ciudad de poco más de 150.000 habitantes, empezó a correr el nombre de un tal Kobe Bryant. Con su talento natural, el conocimiento del juego y una buena base.

En 1991, cuando tenía 13 años, Kobe y su familia regresaron a los Estados Unidos, a su Filadelfia natal. Allí continuó su ascenso imparable en el baloncesto, pasando directamente del instituto, tras ser campeón en 1996, a la NBA, por el sendero de los elegidos, LeBron James o Kevin Garnett también siguieron ese proceso. Nunca renegó de esas raíces italianas, fan del Barcelona (alguna vez se rumoreó sobre un posible fichaje) pero especialmente del Milán, de Frank Rikjaard y Ronaldinho. Siempre hablaba en italiano en entrevistas cuando había oportunidad, hasta durante algún partido con los Lakers con el esloveno Sasha Vujacic, idioma que también dominaba Kobe, esa estructura del italiano y pronunciación permitió que se defendiera en castellano, más esa amistad íntima con Pau Gasol. "Personalmente no le conocía, pero siempre sacaba temas, preguntaba cosas en castellano o en italiano para romper el hielo", casualmente hablaba Marcelinho Huertas esta semana en el podcast Campo Atrás. El brasileño coincidió con Kobe una temporada en Los Ángeles.

La familia Bryant.
La familia Bryant.

Tras su trágica muerte en 2020, Reggio Emilia quiso rendirle un homenaje especial. La ciudad decidió renombrar una plaza en su honor: “Largo Kobe e Gianna Bryant”, en memoria de él y su hija Gianna, quienes fallecieron juntos en ese accidente de helicóptero. Su padre murió en julio de 2024 por un derrame cerebral a los 69 años. Además, se pintaron en su momento murales en el corazón de Reggia Emilia y se han organizado eventos conmemorativos, recientemente el quinto aniversario del fallecimiento del mito. Es un capítulo aparte en sus siete años en Italia, donde el vínculo es más intenso. Poco después de su retirada, en 2016, aparecieron informaciones en Italia de una posible inversión de Kobe en el Reggiana, lo que es Tony Parker en el Asvel, pero quedó ahí. En Reggio Emilia arrancó la grandeza de Kobe Bryant, uno de los deportistas más universales y gigantescos de la historia. Un astro global.

stats