El legado de Will Thomas: "Si no se hubiera retirado estaría jugando con nosotros"

Precisamente ante el Barcelona fue cuando Will Thomas (Baltimore, 1986) quizá firmó su partido más recordado, por contexto y exigencia, con la camiseta del Unicaja. Aquellos cuartos de final de Copa del Rey en Badalona, cuando se puso a ordenar el tráfico desde el poste bajo para triturar al equipo de Saras Jasikevicius. Ese rival es el que se ha elegido para homenajear la trayectoria del ala-pívot zurdo, uno de los mejores americanos de la historia del club, en dos buenas etapas. En su palmarés, la Copa y la BCL.

Cuando Kendrick Perry llevaba el móvil para que Thomas saludara a Ibon en la rueda de prensa de Murcia tras ganar al Real Madrid se evidenciaba una vez más la huella que dejó para los compañeros, sobre todo la ascendencia sobre el grupo de americanos y fue clave para juntarlos y enseñarles lo que es la ACB. Llegó con 36 años, pero tras jugar 27 minutos por partido en Euroliga en el Mónaco en un equipo que bordeó la Final Four. Y el legado se comprobará en el cariño que se le mostrará el domingo.

"Me preocupa cómo va a impactar su llegada de aquí al domingo en el equipo...", bromeaba Ibon Navarro, que glosaba la importancia que tuvo el jugador en la construcción de este equipo ya histórico del Unicaja: "Recuerdo que junio/julio del 22, cuando hablé con él, lo que le dije que necesitaba de él para que aportara al equipo. Y ha cumplido al 200%. Nos enseñó el camino dentro y fuera de la cancha para convertirnos en lo que somos, lo enseñó con el ejemplo, no con la palabra. No me gusta decir que uno u otro ha sido clave o no, pero la tarea que tenía que cumplir Will fue básica a medio y largo plazo y lo cumplió con creces. Seguiría aquí seguramente si no se retira. Los valores que aporta son fundamentales para un grupo que quiere conseguir un objetivo".

Y sí, es probable que no se hubiera acometido el fichaje de Killian Tillie si Thomas hubiera decidido continuar. Pero ya el final de la temporada se le hizo algo largo y, tras reflexionar un tiempo con su gente en Baltimore, decidió cerrar el aula de magisterio que impartió dentro de la pista. Pero queda un último y bonito homenaje en el Carpena. Es un jugador que, a su forma, fue muy carismático y querido. La anécdota aquella en Vitoria, en su primera etapa, cuando un grupo de niños con el chándal del Baskonia se acercó para que los jugadores cajistas les firmaran y él se negó porque "son los rivales" seguramente refleje el carácter competitivo que el jugador transmitió al resto de este Unicaja, en sus últimos coletazos como jugador profesional. Es el 12º jugador con más partidos en la historia del club (248), tercer extranjero tras Kenny Miller (280) y Adam Waczynski (273). Habrá que preparar la garganta para gritar "Will, Will, Will" una penúltima vez.