Leyma Coruña - Unicaja: Una victoria por inercia (83-90)

El Unicaja sigue a ritmo inasequible, aunque no desplegara su mejor partido en La Coruña, resuelto más con individualidades que por bloque. Pero es tan alto el nivel del equipo que dirige Ibon Navarro dominó del minuto 1 al 40 a un buen equipo gallego, con argumentos buenos para pelear por la permanencia en su debut en la categoría. El anormal desacierto en el tiro libre del Leyma (11/24, mejorado al final) quizá impidió un final más igualado. También es cierto que siempre parecía tener una marcha más el Unicaja cuando el rival bajaba de los 10 puntos de renta. Es sintomático del espléndido momento que vive el equipo malagueño, con una confianza brutal. Aunque el aviso de que hay que elevar el nivel ante los rivales más potentes que vienen por el horizonte estaba latente. Se han ganado los cuatro primeros partidos ante rivales, previsiblemente, de zona media-baja, con esa fiabilidad que ya exhibió en las dos temporadas anteriores para ganar en pistas complicadas, algo muy valorable. Hubo problemas en el balance defensivo, demasiadas canastas fáciles rivales para lo que suele ser. Algún momento de ataque flojo. A veces puede existir ese punto de relajación, que puede devenir en soberbia, cuando se gana tanto. La clasificación para la Copa empieza a estar encaminada y ahora, Petkimspor, el rival por el liderato en la BCL, y un pujante y creciente Barcelona en dos partidos en el Carpena bastante atractivos en el menú.

El Unicaja marcó la línea desde el inicio, metiendo muchos triples, lanzando más desde detrás del arco. Djedovic, Balcerowski y Tyson Pérez metieron los primeros y empezaron a tejer ese colchón que valió para todo el partido cuando el Coruña apretaba. Coincidían los picos altos del equipo con un excelso Kendrick Perry, en una espléndida madurez, su mejor momento en Málaga. Su presencia en pista permitía tener en la mano el partido. Cercano a los 32 años, parece que ha cristalizado el físico que mantiene con una mejor toma de decisiones sin perder su esencia. Con él, un Balcerowski dominador y que hace salivar por lo que muestra pero más quizá con lo que proyecta. 

El partido rondaba esa diferencia de los 10 puntos, pero el Leyma redujo (30-32). Hizo mucho daño el pívot Diagne, corajudo y combativo en el rebote de ataque. No rehuía al ritmo alto de posesiones y los ataques vertiginosos que propone el Unicaja. Y se equilibró el duelo antes de un estirón al final de la primera parte, otra vez con Perry (44-54).

El partido fue a tirones en la segunda parte, jugada a menos puntos. Tenía algunos momentos de atasco el cuadro malagueño, pero siempre encontraba soluciones cuando el Leyma se acercaba más. Ese desacierto en los tiros libres le impedía recortar más. Parecía romper Taylor (53-71) con un triple, pero siempre quedaba un aleteo coruñés, como el que cerró el tercer cuarto con un parcial de 9-2 (62-74). Bajó de los 10 puntos y tuvo balones para acercarse más el Leyma Coruña, obligó a un pronto tiempo muerto de Ibon, pero no le dio para hacerle más daño al Unicaja, que conservó la sangre fría y ejecutó varias acciones esenciales con Perry, no esta vez con un Carter que no estuvo fino en la dirección. Alberto tuvo unos minutos en la rotación de la primera mitad para regresar, pero ya no regresó después. Taylor, un Djedovic fiable y siempre Perry liquidaron un partido que no ofreció el mejor nivel del Unicaja. No obsta para que sea un triunfo meritorio en una pista que no pinta sencilla.

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