Gran Canaria, lugar icónico del proceso
El Unicaja recibió unas lecciones la pasada temporada que ayudaron a ganar la Copa dos semanas después; este año también puede suponer un punto de inflexión
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Gran Canaria supuso un martirio para el Unicaja la temporada pasada, pero también un aprendizaje esencial a la hora de forjar un equipo con colmillo. Aquella exhibición antológica de Nico Brussino, con Ibon Navarro expulsado por doble técnica, y un estado de frustración que propició que el equipo malagueño se diluyera en la Isla. Arbitraje que fue difícil de asimilar, dantesco, no hubo capacidad de respuesta ante agentes externos que condenaron al Unicaja aquella tarde, y al final con un 88-70 que fue feo, preocupante porque los cajistas carecieron de personalidad y saber estar en la pista del Granca. Dos semanas después se ganaba la Copa del Rey en Badalona, por lo que supo el Unicaja transformar esa lección en algo sobre lo que construir y mejorar, el verte en escenarios delicados y adquirir esa cabeza fría. Ahora el equipo de Ibon Navarro vuelve al Gran Canaria Arena, pabellón que trae malos recuerdos, pero con puntos constructivos haciendo el análisis desde otra perspectiva; enseñanza que dio madurez al grupo.
El ganar a los canarios supondría un giro a la dinámica que es necesario, punto de inflexión para relanzar a un equipo en lo moral, y porque el 1-2 ya te obliga a sumar, máxime con un calendario que se empina las próximas semanas: Joventut en el Carpena y Vitoria. Por lo tanto es un partido señalado, y el Unicaja ha sido un equipo muy fiable en los últimos quince meses cuando ha llegado exigido. En esa semana de reflexión en Los Guindos, hay implícita la idea de que es una fecha que puede cambiar el panorama por completo si se saca adelante.
Hace hoy justo ocho meses, hubo un gabinete de crisis muy señalado, hizo piña el grupo para evaluar daños, muy icónico en el proceso que tuvo como fin el tocar plata en Badalona poco después. Tras la derrota en Zaragoza, Ibon Navarro era preguntado en sala de prensa si había similitudes el bofetón del Príncipe Felipe con ese traspié en Gran Canaria, por aquello de la frustración y una identidad que no existió en ambos días. "Nos reunimos cuando perdimos en Gran Canaria, antes de la Copa, pero no es comparable. Es peor derrota esta que aquella. El motivo de lo que nos pasó no fue Gran Canaria, fue otra cosa. Sirvió aquello dos semanas después, vamos a ver si lo de ahora sirve. El análisis es mucho más sencillo. No hay que tratar una cosa externa que nos afecte, esto es algo interno. Hemos dejado de ser nosotros un día, esto es una solución más sencilla. Tiene que haber algo positivo y seguir adelante, no significa que no nos vaya a volver a pasar. El componente de aquello es que no era la primera vez, esto fue algo externo, ahora es interno. Ahora hay que gestionarlo de una manera más fácil". La imagen con Valencia Basket fue distinta, pero hay que cambiar las caras.
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