Málaga CF - Tenerife: Media salvación (1-0)

Partido sobrio, que no brillante, ante el Tenerife para enlazar dos victorias, alejar el descenso y acercarse al objetivo

Dani Sánchez, a pase de Ramón en un córner, decidió el partido

Homenaje al Unicaja y Salva Reina

El Málaga CF celebra el 1-0.
El Málaga CF celebra el 1-0. / Javier Albiñana

Mejores versiones esta temporada del Málaga que las vistas en los partidos ante el Cartagena y el Tenerife se han ido de vacío o se han llevado un solo punto. Pero esto es fútbol, esto es gol y esto es portería a cero. El equipo de Pellicer da un salto de gigante, con seis puntos en una semana, para acercarse a la salvación con victorias ante los dos últimos clasificados y antes de un tramo de calendario ante equipos de la zona alta. 38 puntos, una cifra que se hubiera firmado con sangre en agosto. Camina con prestancia el cuadro blanquiazul, ha recuperado el ritmo de puntos y ha ensartado dos victorias en partidos que debía ganar. Y aunque el juego no fue óptimo y hubo silbatina de La Rosaleda en algún momento, alegría. Un 1-0 deja contento al entrenador, su equipo no recibe. Y también se pondera la estrategia, con un gol no muy frecuente en un saque de córner raso por parte de Ramón rematado por Dani Sánchez en la frontal.

Los preámbulos del partido fueron festivos. Sobre el césped, hombres de moda. Salva Reina, Goya reciente, con Ibon Navarro, entrenador del Unicaja campeón. Saque de honor, himno de Pablo López a tope cantado por La Rosaleda y buenas vibraciones. Pellicer había dispuesto un once con algunos cambios, con un doble pivot formado por Izan y Ramón y con Luismi y Manu Molina en el banquillo. Nelson regresaba y Kevin y Baturina disponían de la titularidad.

El Tenerife va cogiendo poco a poco el sello de Álvaro Cervera. Seguramente no le dé para salvarse porque el hueco es grande, pero no tiene trazas sobre el césped de equipo desahuciado y, por nombres, es un buen equipo de Segunda. Pero si con el tercer entrenador sigue ahí metido, pues el color que tiene es el del Málaga de 2023. Empezó asustando con una mala salida de balón del equipo local que Alfonso Herrero subsanó con una salida arriesgada.

El equipo de Pellicer empezó poco a poco a hacerse con el control del centro del campo. Se celebra la progresión de Ramón, sobre todo la continuidad. Kevin seguía en su línea de amagar pero no dar. Le sobra ese regate de más cuando ya ha creado la ventaja, no progresa en esa suerte. Aunque es cierto que es una fuente de uys. Larrubia, por el otro lado, también se quedaba en el casi. Tenían más peligro los laterales, tanto Puga como Dani Sánchez teníuan profundidad. El granadino se colaba por la banda y, tras un buen servicio de Larrubia, la ponía al segundo palo y aparecía Dani Sánchez para cabecear picado y que Edgar Badía realizara la mejor estirada del primer tiempo para mandar la bola a córner.

Pero no tenía el Málaga dinamita, se quedaba en el arabesco sin llegar a la verdad. El tramo final del primer tiempo sirvió para la reclamación de varios penaltis. Un derribo a Lobete y otro a Kevin se reclamaron desde el bando malaguista. Pareció más el primero que el segundo, pero ni Lax Franco sobre el tapete ni López Toca desde el VAR consideraron nada punible. Había algunos silbidos al equipo en ese momento, que se convertían en bronca cuando los árbitros se iban a vestuarios.

El Málaga pegó pronto tras el descanso tras otra ración de pitos después de un par de acercamientos del Tenerife. Jugada de estrategia en un córner. Ramón sacaba a la frontarl del área raso y allí aparecía tras desaparecer Dani Sánchez, que metía un ajustado disparo con la zurda que se iba lejos del alcance de Badía, que pedía un fuera de juego de Lobete por intentar jugar el balón. Esta vez el sexador de pollos no lo anuló. Otra vez la misma jugada probablemente sí será sancionada. Poco después, Lobete pedía una mano en el área que tampoco era considerada.

Con el 1-0, Pellicer hizo cambios y blindó el centro del campo. Quitó a Kevin y Ramón, desplazó a Lobete a la izquierda y colocó un trivote para controlar mejor la bola. Los minutos pasaban y las mejores ocasiones del Tenerife eran anuladas por fueras de juego que parecían claros. Siempre está la intranquilidad del marcador corto y pudo llegar la calma con un claro penalti sobre Izan tras una jugada muy trenzada. Pero Roko Baturina lo lanzó blando a su lado natural y Badía lo detuvo. El croata lo mismo mete golazos que falla ocasiones claras o un penalti. No acaba de sacar el ketchup del bote. Un par de paradas de dificultad media-baja para el nivel de Alfonso apenas asustaron al equipo. Una victoria muy valiosa, no brillante pero muy necesaria. Cuanto antes se llegue a los 50 puntos, más tranquilidad y más posibilidad de echar un vistazo hacia arriba por si alguno se despista.

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