El cuarteto malagueño de Saitama
Selección española
Carlos Cabezas, Berni Rodríguez, Manolo Rubia y Fernando Lacomba cuenta cómo vivieron el primer oro en un Mundial de España en las horas previas a la final contra Argentina en Pekín
De Japón a China. De Saitama a Pekín. Del tres de septiembre de 2006 al 15 del 2019. En medio de dos de los partidos más importantes de la historia del baloncesto español nada menos que 13 años. Ahí está España, sin ningún integrante de su generación más célebre y condecorada, en otra final de un Mundial. Sólo Argentina le separa de la gloria. Antes de un mediodía donde se parará el tiempo en el país, Málaga Hoy habla con los cuatro malagueños que triunfaron en la tierra del sol naciente.
En las oficinas de Los Guindos está Manolo Rubia, ahora director deportivo del Unicaja. El que fuera delegado del cuerpo técnico encabezado por Pepu Hernández aún anda impresionado por la victoria frente a Australia. "Yo creo que es un partido histórico, hacía tiempo que no veía un partido tan bonito", explica, mientras ensalza a la selección: "Es increíble cómo han peleado los chicos. Acortó la rotación y conociendo a Sergio [Scariolo] seguro que lo tenía programado. Ha contado con tíos a los que ha ido cuidando para que puedan jugar estos minutos importantes. Destacaría que el equipo jugó como un equipo".
"Es una selección muy compacta y sólida en todos los sentidos. Ha habido momentos de diferentes picos en ataque, pero en defensa siempre ha estado sólida. Tiene jugadores con experiencia, que les gusta jugar finales apretados", afirma también impresionado Berni Rodríguez, cuyo discurso casa con el de Carlos Cabezas, al otro lado del charco: "Un partido con dos prórrogas es algo impresionante". "Sergio tiene claro que cuenta con siete u ocho jugadores, pero están todos enchufados. El punto de inflexión fue la victoria contra Italia, ahí se sacaron un poco la mochila", añade.
De los 12 héroes de Saitama quedan Marc Gasol [tuvo un papel clave en la final por la lesión de Pau] y Rudy Fernández. "Marc es la hostia, cómo se le puede criticar. Es un tipo experto, es tener otro base más en la cancha. Encima mete los tiros de tres que ha metido. Sabe cómo comportarse en cada momento de partido", explica Rubia del reciente campeón de la NBA. Al balear, con una trayectoria muy destacada con España, también le llueven los elogios. "Está en un momento dulce, muy equilibrado, muy sereno y con mucha confianza. Los dos, no sólo en baloncesto, también a nivel de liderazgo son imprescindibles", dice Berni, mientras el directivo malagueño habla de su labor atrás: "La gente se queda con lo espectacular que es, pero todos nos fijamos en lo gran defensor que es".
Argentina, una selección fabulosa y que ya ganó a Serbia y Francia, es la última pantalla del juego. "Muy sólida, sobre el papel no con tanto talento como en otras ocasiones, pero saben jugar al baloncesto, son aguerridos y tienen ese espíritu competitivo fantástico", expone el mítico 5 cajista, a lo que añade Cabezas. "Son gente muy hábil, muy agresiva y con mucha hambre. Destruyeron a Francia. Imagino que con muchas ganas de revancha por lo que pasó en Japón". El jugador de raíces uruguayas analiza Scola, coetáneo de él y de Berni. "Es un tipo que lo da todo, no sólo su presencia, su labor, su picardía, su saber estar y cómo arropa a los jóvenes. Hoy se veía en imágenes como le decía a un joven que se tenía que tirar de cabeza. Está en un momento tremendo, en una etapa de su carrera donde es un regalo y lo está aprovechando al máximo", expone del líder albiceleste, mientras analiza el papel de los bases de Sergio Hernández: "Jugué un año en Murcia con Campazzo y sé el hambre que tiene. Ha pegado un salto de calidad. Laprovittola venía de unos años irregulares, pero en Badalona se ha asentado y ha sido el MVP de la liga. Crean mucho, que tienen mucha facilidad de uno contra uno, se conocen bien y tienen tiro. Están en un momento lúcido y pasa todo el juego por ellos".
Hablar del Mundial les retrotae al 2006. "Lo guardo con muchísimo cariño", dice Fernando Lacomba, fisioterapeuta entonces y que sigue en la disciplina del Málaga, mientras recuerda la noche previa a la final: "Es un nerviosismo sano, es una experiencia única. Recuerdo reuniones y conversaciones hasta altas horas de la noche, es una situación muy especial". Como si el tiempo no hubiera pasado, habla de la mirada de Pau Gasol ante Argentina. "Miró al banquillo y sabíamos que era algo importante", cuenta, para dar a conocer una anécdota previa a la celebración: "Berni me da el aviso para que saque las cintas que nos íbamos a poner en la frente del vestuario. Me fui corriendo con el partido en juego". "Estábamos muy aislados, no fuimos conscientes de la repercusión", concede Lacomba, lo que sostiene Cabezas: "Ellos están en su burbuja aislados, aunque son conscientes de lo que se está haciendo por las nuevas tecnologías".
"No pensábamos en que fuéramos a ganar. Pero qué primera parte, se ganó un partido increíble", admite Rubia, a lo que Berni da detalles de la previa: "Mantenemos la misma naturalidad en un partido de preparación que jugando una semifinal de un Mundial. Esa es una de las grandes claves de este grupo, esa sencillez. Es darle una normalidad que no existe. Una normalidad absoluta que me sorprendía, pero yo me dejaba llevar. Hace que llegues con tranquilidad y confianza". El malagueño, que luego estuvo en Pekín en los Juegos Olímpicos, también tiene anécdota de la celebración. "Me quedé con la pelota, pero me tocó control antidoping y celebré a medias en esa sala. Lo pasamos Marc y yo", termina.
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