En manos del pelirrojo

Alberto Díaz coge las riendas del Unicaja con un aumento de sus números y su impacto en el juego 8.2 puntos, 3.5 asistencias y 9.7 de valoración en los cuatro últimos partidos

Alberto Díaz celebra una canasta en el partido ante el Efes.
Alberto Díaz celebra una canasta en el partido ante el Efes.
José Manuel Olías Málaga

02 de febrero 2016 - 05:02

Alberto Díaz entró en la plantilla del Unicaja 2015/16 no como una apuesta decidida sino resultado de una coyuntura. La intención de Joan Plaza era que el jugador que completara el juego exterior fuera Jon Stefansson, mientras el club apostaba por dar salida a los jóvenes en los puestos 11 y 12 en la rotación, con Soluade y Karahodzic, que habían jugado un puñado de minutos el año anterior, en la pole. En la negociación interna Germán fue el interior complementario, aunque hace dos meses que dejó el equipo por sentirse infrautilizado y fue relevado por Cooley. Y fue Alberto Díaz, que llegaba de una cesión en Fuenlabrada en la que había acumulado kilómetros de recorrido y kilos de experiencia aunque no había brillado numéricamente, y tenía un año más de contrato, quien ocupó ese lugar.

Joan Plaza confirmó el primer día que habló en la pretemporada que Alberto Díaz era un jugador más de la primera plantilla. Los informes que manejaba el entrenador eran positivos. Ángel Sánchez-Cañete lo conoce desde pequeño y había trabajado con él muchas horas. Lo constató Antonio Herrera en el campus de tecnificación de postemporada que se realizó en Los Guindos con los mejores jóvenes cajistas. Y Alberto ha mejorado las perspectivas. El domingo reconocía Plaza que había sido injusto con el pelirrojo y que merecía más minutos. A día de hoy, Alberto parece el base más fiable de los que dispone Plaza tras la lesión de Stefan Markovic. Las últimas semanas constatan una tendencia al alza del base malagueño, que cumplirá 22 años en mayo, justo cuando haga cuatro de su debut en la primera plantilla. Como suele suceder, la cantera es el asidero en los momentos delicados. Entonces, Alberto tuvo minutos en una situación crítica en la que se perdía la licencia A de la Euroliga si no se quedaba en la primera mitad de la tabla. Luis Casimiro, que el domingo le padecía enfrente, le dio la alternativa. "Me alegro mucho de que todo le salga bien. Es un crío excelente. Tuve la suerte de estar aquí para ponerle en el camino. Me alegro de que le vaya bien y sea determinante, mal que me pese", decía el ahora técnico del Baloncesto Sevilla, enfrente hace dos días.

Ahora, Díaz ha dado un paso adelante. Después de ganarse los minutos con esfuerzo defensivo y cierta lógica en la dirección, roza los 20 minutos en pista de media en los últimos partidos. Y promedia en los últimos cuatro encuentros 8.2 puntos (100% en tiros libres, 57% en tiros de dos y 50% en triples), 3.5 asistencias y 9.7 de valoración. No es un jugador, seguramente nunca lo será, de grandes números pero es significativo que su peso se deje sentir ya en la estadística. La confianza que destila a la hora jugarse tiros de los que hace no mucho rehuía es el mejor síntoma de que la evolución es integral. Las largas sesiones de tiro surten efecto. Los técnicos destacan su gran trabajo. Los mejores minutos del Unicaja en Belgrado, Madrid y ante el Sevilla fueron con el canterano al comando del equipo.

Seguramente sea una mala noticia para el equipo, en términos competitivos, que Alberto Díaz sea tan importante en el equipo actual. Pero si alguien se lo ha ganado es él y se celebra y se aplaude que un malagueño esté tan cerca de la consolidación. Ya es el malagueño que más partidos ha jugado en el primer equipo cajista después de la irrupción de los tres juniors de oro (Cabezas, Berni y Germán), con 45. Ha rebasado a Alfonso Sánchez (37), quien también brillara el domingo en el parqué del Carpena. No pocos en Los Guindos visualizan a Alberto como el futuro capitán del Unicaja.

stats