Mario Saint-Supéry, una lección y una alegría en Zaragoza

En Zaragoza se pudo contemplar uno de los partidos de la temporada en la ACB, con la victoria de Manresa sobre Casademont (92-93) que le da mucha parte del billete para la Copa del Rey al cuadro catalán. Decidido con tiros libres finales para Obasohan tras una falta de Spissu, protestada mucho por los locales pero pareció clara. Con 9-7 y un buen average colectivo (fraguado en buena parte con aquel +40 que le endosó al Unicaja), en la última jornada, ante el Joventut, puede sellar el pase a Gran Canaria. Allí estaba el malagueño Mario Saint-Supéry, algo renqueante por un esguince de tobillo que le hizo perderse el primer partido del año y jugar de manera testimonial en el siguiente. Se llevó una gran alegría pero también una enseñanza.

Saint-Supéry estuvo menos de 10 minutos en pista y acabó eliminado. Se perdió los últimos 15 minutos de partido después de que se le señalara una falta y una protesta propiciara que le castigaran con una técnica, que era la quinta falta y la consiguiente eliminación para el joven rinconero, que en este master acelerado que está completando con nota muy alta en su cesión en el equipo del Bages también recibe lecciones desagradables pero necesarias, como la que pasó en Zaragoza. La protesta de un jugador más veterano en alto porcentaje no hubiera sido señalada como técnica, pero también es parte del aprendizaje, que aún no tiene la jerarquía y el peso para meterse en batallas con los colegiados. Es parte de su personalidad ultracompetitiva y ha tenido sus momentos en la formación en los que se ha desenfocado y salido de partidos con las decisiones arbitrales. Y en Zaragoza no fue un buen trago perderse los últimos 15 minutos del partido por ello. Seguro que un propósito de enmienda.

En su presencia en pista, Saint-Supéry metió un triple y dejó tres asistencias, una de ellas de alta escuela. Sigue ofreciendo detalles de jugador superior dentro de una cada vez más incontenible progresión de jóvenes jugadores españoles llamados a liderar a la selección en el futuro. Sergio de Larrea, al que se podrá ver la próxima semana en Málaga con el Valencia, se quedó a poco de un triple doble (10 puntos, ocho asistencias y siete rebotes) ante Granada, Hugo González cada vez ofrece minutos más sólidos en todo un Real Madrid, donde también da fondo de rotación Eli Ndiaye. Juan Núñez tiene flashes grandes en Euroliga, Langarita y Jordi Rodríguez dominando en Primera FEB, Izan Almansa cada vez con más galones en Australia, el también malagueño Álvaro Folgueiras llama la atención en la NCAA, donde fermenta aún sin protagonismo Aday Mara... Todos ellos con 20 años o menos. Pero los tiempos son los que son.