Visto y Oído
Emperatriz
Unicaja Baloncesto
Desde que 2005 los campeonatos europeos de base empezaron a disputarse cada año y no cada dos, obviamente, han aumentado las preseas conquistadas por los países punteros. Pero a España le ha costado más subir al podio que en sub 16 y sub 20, los otros campeonatos que se disputan. Las generaciones que han ganado han sido señaladas y casi siempre han estado el Unicaja y Los Guindos presentes.
Este logro sellado en Volos entronca con el de otros canteranos cajistas que contribuyeron a gran parte de las medallas que ha obtenido España en esta categoría sub 18. Ismael Tamba, Alessandro Scariolo y Gody Dike engrosan en un club que tiene integrantes ilustres.
Cronológicamente, en 2017, el escolta José Ibáñez, ya fuera del club, consiguió una medalla de plata en Eslovaquia, en una final perdida contra Serbia. En 2013, fue Rubén Guerrero, justo el verano antes de marcharse a Estados Unidos, contribuyó a un bronce en el Europeo de Riga (Letonia). Un triple de Juancho Hernangómez en el último segundo dio la presea ante el equipo local, en el que estaban Kristaps Porzingis, Pasecniks y Roland Smits.
En 2011 fue el oro de Polonia, en el que Álex Abrines, entre su primer y su segundo año en Málaga, fue elegido MVP. Fue la gran eclosión del mallorquín, que pasó de no estar en el radar de la FEB a irrumpir con fuerza. Una generación también señalada, en la que estaban Jaime Fernández y al hasta hace poco cajista Dani Díez. Willy Hernangómez o Guillem Vives eran otros integrantes.
La anterior medalla fue en 2006, con un bronce ganado ante Turquía con Víctor Claver, Quino Colom, Pablo Aguilar, Pere Tomás y Rabaseda. Dos años antes, otro oro señalado, el de 2004 en Zaragoza, con Sergio Rodríguez exhibiéndose y con Carlos Suárez, ahora capitán cajista, de principal lugarteniente en un equipo en el que también estaba Sergio Llull y del que se cayó Alfonso Sánchez en el último corte.
Del oro de Varna en 1998, que enlaza con el título en Mannheimese mismo año y lo que vino un año después en Lisboa, se ha escrito bastante. Ahí estuvieron Berni Rodríguez, Carlos Cabezas y Germán Gabriel. La generación que cambió la historia del baloncesto español se hacía ganadora con el oro sub 18, primera vez que lo conseguía el baloncesto español en un torneo que se disputaba desde 1964.
Hubo un bronce en 1994 en Tel Aviv, con Ricardo Guillén, ya en el Unicaja entonces, y con el hasta hace poco director deportivo cajista, Carlos Jimíenez en sus filas. También jugaba Francisco Javier Rueda, malagueño reclutado por el Barcelona, en ese equipo. Otro bronce en 1990, con Alfonso Reyes como jugador más destacado. Y una plata en 1978 y un bronce 1976, que anunciaba el primer gran resplandor del baloncesto español años más tarde en Los Angeles'84. Epi, Iturriaga, Llorente y Romay integraban aquellas selecciones que empezaron a adquirir el hábito de ganar medallas.
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