Milagro de España en la locura de Eslovaquia con buena participación de los cajistas
Dos prórrogas necesitaron los de Scariolo en un partido que tuvo de todo (72-76); Alberto Díaz jugó 25 minutos
Saint-Supéry, el séptimo debut más joven
Málaga/Increíble el partido que sacó España de Eslovaquia (72-76), desarrollo que tuvo connotaciones de drama, por un nivel muy limitado del equipo de Scariolo en la segunda parte tras el 25-38 al descanso. Imagen preocupante y a la vez sangrante, pero son escenas también habituales de las Ventanas. Con dos prórrogas, una última acción del primer tiempo extra cómica: con el 67-64, sacaba Eslovaquia desde su canasta, la mesa tardó unos instantes en poner en marcha el crono con cuatro décimas, rozó la pelota Yusta, que se lanzó a la esquina y en una posición desequilibrada anotaba un triple difícil de entender. Cuatro décimas que realmente fueron segundos, pero ya no se podía rearbitrar y España obraba el milagro. Guiones de locura que de vez en cuando deja el baloncesto, se le apareció la virgen a España, que hacía las maletas con una derrota que reducía el margen de error en la Ventana, hasta alguna crónica traviesa se escapaba con el 67-64. Pero lo levantó el equipo de Scariolo, más acertado que Eslovaquia en esa segunda prórroga. Brodziansky fue un sufrimiento cada vez que agarró la pelota en el último cuarto: 23 puntos, 10 rebotes y 22 de valoración del pívot de UCAM Murcia. Un partido con pocos atractivos, la Ventana suele pesar en este parón, pero un Eslovaquia-España que se convierte en inolvidable. Aquel partido en Bratislava con el triple de Yusta.
Y con buena participación de los jugadores del Unicaja. Con Tyson Pérez lesionado y Barreiro descartado, Alberto Díaz fue uno de los jugadores más usados por Scariolo: 2 puntos (1/6 en TC) y 4 asistencias en más de 25 minutos. Lanzó dos buenos tiros esquinados para dar ventaja a España en la primera prórroga, pero no acertó el capitán, jugando momentos calientes, indicio de su jerarquía dentro de este grupo, donde ejerce como uno de los veteranos. Algo más de diez minutos para Yankuba Sima, poco contundente bajo los aros, perdió el duelo con Brodziansky y la energía eslovaca. 3 puntos, 3 rebotes, con 1/5 en lanzamientos, esa chispa general tuvo España quitando los segundos finales de ambas prórrogas. Como novedad, el debut de Mario Saint-Supéry, dos rotaciones (9 minutos) para el canterano del Unicaja cedido en Manresa. Hizo dos buenas asistencias y un robo en varias posesiones en pista, pero con demasiado respeto al partido. Entendible, no así el guion de este Eslovaquia-España. Ahí estuvieron tres jugadores del Unicaja.
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