1,2 millones de euros pagará el Barcelona al Unicaja por Darío Brizuela
El Unicaja recibirá esa cantidad por un activo que hace unos meses acababa contrato en junio
Ya ha comunicado a Ibon Navarro y al club su intención de marcharse
El Barcelona va con todo
Darío Brizuela será jugador del Barcelona de manera inminente, a la espera de formalizar una operación que ha quedado muy avanzada en las últimas horas. Toda una bomba, tampoco inesperada del todo, porque es un movimiento que se podía barruntar en un mercado donde hay factores incontrolables, como la aparición de un gigante como el Barça y una gran cantidad de dinero. Según ha podido conocer Málaga Hoy, la cláusula de rescisión del todavía jugador cajista es de 1,2 millones de euros; que será abonada de manera íntegra y donde la posición del Unicaja es firme, no habrá un amago de negociación. Un buen montante que habrá que gestionar en las próximas semanas de forma fría, nada de precipitaciones y buscar respuestas rápidas.
Tal y como se ha informado este martes, el jugador ya ha hablado con Ibon Navarro para comunicarle su decisión, así como a los dirigentes del Unicaja, por lo que la operación está en su última fase. Teniendo en cuenta que el jugador acababa contrato en junio, el movimiento deja pocas dudas en lo económico. El club malagueño ahora posee un gran músculo en un mercado todavía largo, por lo que no se respira un aire de catástrofe. Sin embargo, no omite ese shock porque se contaba con Darío Brizuela a largo plazo, de ahí el gran esfuerzo que hizo el Unicaja en abril, cuando el campeón de Europa tenía propuestas de primer nivel europeo. Otra lectura es que ese trabajo de antelación, de renovar a todo el bloque desde principio de año natural, tiene ese premio. Diferentes formas de ver el vaso.
Mientras, el Unicaja esperará acontecimientos en las próximas fechas, días de meditación en la parcela deportiva donde habrá muchos nombres encima de la mesa, activos propios como el de Mario Saint-Supéry; ver si la hoja de ruta con el canterano puede variar con la salida de Brizuela. Posicionado otro año como jugador número trece, cada vez más incipiente con los mayores, o si ahora tiene cartel de primer equipo con todas las letras. Y querían tranquilidad en el Unicaja este verano. La bomba ha estallado, pero con más de un millón de euros bajo el brazo.
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