En el momento preciso

45 días después de levantar el mágico título de Copa en el Palau Olímpic de Badalona, el Unicaja jugará un partido de play off ante el UCAM Murcia este Martes Santo. Ha sido un mes y medio en el que el equipo de Ibon Navarro ha vivido un proceso lógico en el que ha bajado del cielo y ha posado los pies en el suelo. Hubo celebraciones, descanso, toma de conciencia, lesiones, enfermedades, renovaciones... Fueron nueve partidos, con seis victorias y tres derrotas. El equipo amarró el factor cancha en los cuartos de final de la BCL y permanece quinto, a dos victorias del cuarto en la Liga Endesa.

La gestión del éxito ha sido, de momento, óptima. Ibon Navarro y su staff decidieron levantar el pie del acelerador y dar un descanso de una semana para intentar recuperar gasolina. La disyuntiva era seguir en quinta y reventar cuando llegara el momento o bajar marchas para volver a subirlas asumiendo un coste en derrotas y en un bajón en el juego. Esa adversidad ha propiciado que en el último mes y medio el equipo ha jugado peor que antes, aunque sin traicionar la filosofía y la idea. Y se presenta en estos play off tras ganar los tres últimos partidos, en Atenas, Sevilla y contra el Fuenlabrada por 10, 14 y 25 punto. Se ha percibido ya a un equipo más reconocible respecto a lo visto anteriormente. Ya ante el Barcelona se vio una buena versión, más competitiva, aunque no llegó para alcanzar la victoria. Y hay que testarlo ahora en partidos de máxima exigencia como el que llega ahora ante el UCAM Murcia. Como tal hay que tomárselo.

Los duelos ante equipos del mismo país en competición europea son un tanto extraños e igualan porque el conocimiento es alto. Es lo que quiso expresar Ibon Navarro, hay que recordar que antes del sorteo y sin mencionar a ningún equipo, algo que en Murcia han retorcido tanto su entrenador como su director general con declaraciones incendiarias destinadas a subir la temperatura de una eliminatoria que ya tenía alicientes, porque el premio es jugar una Final Four, pero que se ha desbordado. Desde el club se ha querido pasar públicamente de las declaraciones rivales, aunque lógicamente no han gustado. Pero el mensaje es que hay que hablar en la pista. A día y medio para el partido quedan algo menos de mil entradas para el encuentro de este Martes y el club espera, pese a la coincidencia con la Semana Santa, que haya una entrada excelente. El ambiente está garantizado. Hay detalles de que el enamoramiento con el equipo se ha extendido. Cómo se viven los partidos, los detalles como celebrar el punto 100 ante el Fuenlabrada como si fuera un gol o cómo se está metido en los encuentros denotan que en la afición hay ganas de disfrutar. Y nunca se sabe cuándo se acabará la ola.

Parece llegar el Unicaja en el momento preciso, con el regreso de Djedovic y con los 12 hombres productivos, para competir de verdad por otro título. En el próximo mes y medio está la eliminatoria de cuartos de final y la Final Four. ¿Por qué no?