Y Yankuba Sima pagó la multa

Málaga/Se manejó el Unicaja en un estado de efervescencia permanente ante el Aliaga Petkimspor. Y no es la primera vez que sucede esta temporada en el Carpena, familiarizado a ver momentos o reacciones que se alejan de un partido de baloncesto profesional, o europeo, con el liderato en juego en la BCL, como lo era ante el frágil conjunto turco. Lo que vivió el Unicaja este miércoles se ilustra en una secuencia curiosa, divertida y que adquirió una importancia superior a un partido sin historia: Yankuba Sima fue el jugador que anotó el punto 100. Lleva premio, o multa, el pagar una ronda de pizzas a toda la plantilla, de las normas que se han establecido en ese vestuario particular, el pulmón de lo que después se percibe en la pista. 98-61 y atacaba el Unicaja, un sonido difícil de identificar en el Carpena, de que algo que se escapaba estaba ocurriendo, y el banquillo malagueño en pie. Perry, el líder espiritual del grupo, quizá tenga algo que ver en la formación de esa norma, lideraba ese revuelo en la banda, a la espera de comprobar al premiado. Hasta en esa posesión daba la sensación que los cinco jugadores de campo eran conscientes de esa circunstancia, como que nadie quería tirar, y eso que el rival otorgó todas las facilidades del mundo. Sima, que no había anotado hasta el momento, finalizaba a tabla un buen pase de Carter por arriba, una de las 9 asistencias del estadounidense. Su reacción al instante fue mirar al videomarcador y manos a la cabeza. Se reía el catalán al tirar el adicional, que lo anotó, después de recibir alguna que otra colleja. Que se apunte procedimiento para elevar su porcentaje.

Y Perry con el gesto de "A pagar", el puño contra la palma de su otra mano, acompañado por todos los jugadores en el banquillo, hasta el lesionado Kameron Taylor hizo el esfuerzo de incorporarse a esa fiesta, y los descartados Alberto Díaz y Dylan Osetkowski. Plantilla y cuerpo técnico. Era la segunda vez que el Unicaja alcanzaba la centena, Carter pagó una ronda en el 101-63 ante el Hiopos Lleida. Sima recibía las bromas al acabar el partido, el centro del corrillo. Es el Unicaja actual, anécdotas que ayudan a consolidar un vestuario más sano que nunca, con el recorrido de tres temporadas. Y se espera a Will Thomas frente al Barça, de los culpables en ese núcleo tan indestructible que se ha formado. La anécdota de la duodécima victoria seguida del Unicaja.

Descartada la lesión grave de Taylor

Pasó Kameron Taylor pruebas en el Hospital Quirón de Málaga y los resultados refrendan el primer parte médico del Unicaja. El de Maryland sufre una "contusión fuerte en la tibia derecha", queda pendiente de evolución, por lo que su presencia ante el Barça este domingo no está garantizada. Habrá que esperar cómo responde esa zona, 72 horas parece que son margen suficiente para mitigar el dolor, más la dimensión del partido, subrayado dentro de la plantilla. Nadie se quiere perder esa cita en el Carpena. La mejor noticia es que se descarta una lesión ósea, algo que podía barruntar Ibon Navarro tras el Unicaja-Petkimspor por las sensaciones del americano. "Ha sido un golpe en la tibia, parece que no es demasiado grave, pero no me atrevo a decir que no es nada porque hay que hacerle una placa y comprobar que está todo bien. Tendrán que hacer una prueba. Se encuentra raro, es algo que nos preocupa. Vamos a cruzar los dedos. Emocionalmente no estaba llorando. El equipo ha ganado y todo el mundo está contento", explicaba el entrenador del Unicaja, seguro que aliviado tras esos chequeos, ya con Alberto Díaz como baja confirmada ante los azulgranas y un Jonathan Barreiro también dolorido por una brecha en la cara. Lo positivo, la respueta contundente que da el equipo sobre la cancha, aún invicto tras doce partidos y un baloncesto que rueda solo. La plantilla de catorce jugadores permite soportar bajas, da igual el calado. El Unicaja descansa este jueves, pequeña desconexión antes de las curvas.