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¿Hacia un nuevo paradigma en los descartes del Unicaja?

El Unicaja jugó por primera vez con las tres torres; la línea exterior se mantiene intocable

El show de Osetkowski en Oostende

Sima, en Oostende.
Sima, en Oostende. / FIBA

Sorprendente por cómo era la línea de Ibon Navarro y su gestión de los descartes, cuyo aprendizaje continúa con esa plantilla de catorce. A Oostende no viajó Killian Tillie, en una velocidad todavía inferior. Le falta trabajo diario al francés para dos partidos en 72 horas, aunque se percibe progresión al jugador que llegó en agosto. Había que elegir entre trece en Bélgica, sin restricciones al contar con seis cupos, y el técnico del Unicaja escogió a Tyson Pérez. Situación inédita esta temporada porque Ibon ha ido rotando a los cincos: Sima, Kravish o Balcerowski; así se dio en los seis partidos oficiales del equipo esta temporada (tres en Singapur, dos en Murcia y frente a Girona). Puede suponer un cambio de paradigma, que efectivamente en según qué partido se escojan dos '4'. Todos los partidos tienen su relevancia, pero no exime que las pruebas continúen. El equipo empieza ahora a cimentar rutinas de trabajo, ya advertía Ibon esa falta de entrenamientos, y la plantilla no quedó completada con el fichaje de Balcerowski en septiembre. Aunque el Unicaja dé una respuesta implacable, todo victorias hasta ahora y con un nivel de baloncesto muy alto, el bloque sigue amoldándose a una coyuntura reconocible, pero con sus matices con respecto al pasado. Y mantener a los tres pívots en rotación también es un mensaje a la plantilla.

Tyson Pérez, a quien se descartó en la final de Supercopa, brilló con el Girona, y volvió a descansar en Bélgica. Es el que mejor personaliza esa dirección de Ibon, de comprar el mensaje y estar preparado. Ejim es otro que ha estado en esa rueda. A favor, la madurez de un vestuario que lo interpreta como un empujón al nivel colectivo. El Unicaja ha ganado registros a su antecesor, dos títulos, y ese reparto equitativo de roles vive un momento luminoso. Podrá complicarse cuando los partidos grandes aparezcan, pero no da el vestuario señas para mal. Y pendientes de la sanción a Dylan Osetkowski, que en cualquier momento puede aparecer. El no contar con el californiano, que vive un momento dulce, cambiaría todo. Curioso que Ibon Navarro aún no haya tocado la línea exterior, siete jugadores para tres posiciones que se han mantenido en convocatoria. De no señalar, sino como una política de rotación, en función de características del rival, minutos en las piernas y estados de forma. Y cuidar las distancias cortas con el jugador, hambriento y que quiere jugar siempre. Hay magia pero tampoco en exceso.

Viene un mes de octubre cargante, ya con la BCL en marcha, y partidos cada tres días. La marcha corre fluida y el equipo hasta recibió un aviso en Bélgica de la complejidad de competir. Se vio al Unicaja más terrenal hasta ahora, pero despertó a tiempo de forma contundente. Y esa prueba de los tres pívots en rotación (13 minutos cada uno), un problema de ricos para Ibon, el culpable de todo.

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