Olek Balcerowski y el Unicaja, razones de un fichaje que "no podíamos dejar escapar"

A finales de la semana pasada, el Unicaja aún tenía un cable tirado hacia Atenas. La frase clásica de los directores deportivos: "Hay que estar siempre en el mercado". La opción de fichar a Olek Balcerowski estaba latente pero no se veía cercana. En las últimas 48 horas, vorágine y vértigo. Se acordó su rescisión con el Panathinaikos con la consiguiente salida al mercado. No abundan los pívots de alto nivel precisamente en Europa y una pieza como Balcerowski es sugerente aunque su primera experiencia en la Euroliga no fuera ideal. Misko Raznatovic, agente del jugador, respetó el pacto que había desde tiempo atrás y llamó al Unicaja para reactivar la operación. El margen de tiempo para la decisión no era muy amplio, pero hubo plácet rápido. Es un fichaje en el que el club ha trabajado durante bastantes meses y en el que se implicaron personalmente todos los actores con poder en la entidad, desde el presidente al entrenador pasando por la dirección deportiva. Un jugador "estructural, de proyecto" se comentaba aún con la boca pequeña y en privado cuando salieron las primeras informaciones sobre la llegada del pívot polaco, de 23 años y 2.16 metros. En público se admitía la posibilidad, pero siempre con la cortapisa de la rescisión. Un jugador para dar un salto al proyecto por sus cualidades, que no existían en la plantilla actual, una apuesta importante económica y en tiempo. El anterior fichaje, el de Killian Tillie, no era muy caro y quedaba dinero en caja aunque se hace un esfuerzo. "No podíamos dejar pasar esta oportunidad", fue la conclusión cuando de veras, ahora sí, la salida de Balcerowski de Atenas era efectiva y real. También, de alguna manera, es un fichaje preventivo. Rivales que pueden ser directos en ACB buscaban un pívot. No será Olek Balcerowski.

Tanto Juanma Rodríguez como Ibon Navarro habían hablado públicamente en las últimas semanas sobre la dificultad de manejar una plantilla de 14 jugadores, más con siete jugadores interiores (aunque Ejim pueda jugar puntualmente de tres, menos posible la opción de Tyson Pérez). El equilibrio ecológico, la química y el reparto de roles ha sido esencial en el proceso de construcción de un equipo campeón en estos dos años. Se han ido piezas importantes en el vestuario como Will Thomas y Augusto Lima y digamos que no hay ningún jugador en el actual Unicaja con una retirada cercana o en una cuesta abajo aunque varios estén en la treintena. Sería más lógica, a ello se tiende, una plantilla tan larga en Euroliga más que en BCL. Pero no deja de haber, si se llega lejos en las competiciones, entrer 60 y 70 partidos, los trenes pasan y a veces hay que tomar riesgos para hacer crecer un proyecto. Es una situación no sencilla de manejar, pero "si hacemos lo mismo, el resultado será peor", decía Ibon Navarro en el primer día de trabajo del equipo.

En el Panathinaikos, Balcerowski jugó 24 partidos en Euroliga, con siete minutos de media y 2.8 puntos (63% en tiros de dos, 70% en libres y 11% en triples), 1.3 rebotes y 3.1 de valoración. Es una muestra corta de tiempo, aunque han sido casi 200 minutos de rodaje en el mejor baloncesto del continente. Tuvo una racha de buenos partidos en dobles cifras de anotación y valoración entre noviembre y diciembre, con presencia real en la rotación, pero su participación fue decayendo progresivamente hasta desaparecer prácticamente en las instancias finales, cuando el equipo acabó alzando el título.

En la Liga de Grecia su participación fue más elevada, con 6.3 puntos y 4.3 rebotes de media en 15 minutos por encuentro. En su periodo de formación, tras llegar a Gran Canaria con 13 años y debutar con el primer equipo con 17, estuvo una temporada cedido en el Mega MIS, el equipo que tutela Misko Raznatovic, en la Liga Adriática y Serbia (2021/22). Su gran temporada 2022/23, en la que ganó la Eurocup con el Gran Canaria y fue nombrado mejor joven de la competición, le permitió dar el salto a Grecia. Hubo un click en el Europeo de 2022, cuando se convirtió en hombre básico para que su selección, Polonia, alcanzara el cuarto lugar tras tumbar a la Eslovenia de Luka Doncic (10.3 puntos de media).

En estos últimos años ha habido un progreso físico evidente de Balcerowski. Ha ganado potencia de piernas para jugar por encima del aro y tolerar mejor el contacto, aún con margen de desarrollo. Sus hombros han ensanchado bastante y el conocimiento del juego también creció. La movilidad que tiene es quizá su característica más llamativa para su altura, capaz de correr la pista y llegar el primero en un contraataque, dispuesto a acelerar en transiciones y también con capacidad para intercambiar defensivamente y defender lejos del aro. Es un notable protector de canasta, no sólo por su altura y envergadura, también por su timing de salto junto a esa capacidad para reaccionar y cubrir espacios. En Gran Canaria, su sociedad con Albicy le permitió culminar alley oops a mansalva, juega sobradamente por encima del aro. Tiene una muy buena orientación para acabar cerca del aro y en su última temporada a las órdenes de Jaka Lakovic fue capaz de mejorar su tiro de media distancia y el triple, aunque este año anterior ahí ha mostrado menos consistencia. Jugar en un contexto de máxima exigencia y menor margen para el error seguro que ha pesado. Y por eso su entorno y él mismo ponderaban Málaga como una plaza ideal para recuperar su mejor baloncesto y seguir creciendo tras haber catado la Euroliga. Pero llegó ese veto a su salida de Ataman a mediados de julio. En este tiempo, Balcerowski y el Unicaja han aguardado acontecimientos. Los caminos parecían ya divergentes, pero han vuelto a converger para un fichaje del máximo nivel al que puede aspirar el club malagueño. Una decisión que también hace valorar el status que ha recuperado el Unicaja con sus dos últimos grandes años.