"Soy orgulloso y no quiero que me metan una canasta"

james augustine, jugador del unicaja

Catalogado como uno de los mejores defensores interiores de Europa, el americano habla de su estancia en Málaga y de su filosofía de baloncesto

James Augustine, pensativo durante un partido. / Javier Albiñana
José Manuel Olías

09 de mayo 2018 - 01:35

Málaga/James Dale Augustine (Midhotian, Illinois, 1984) creció viendo jugar en directo a Michael Jordan. Vivía a pocos kilómetros de Chicago en un entorno polideportivo, con familiares directos profesionales del fútbol americano y el béisbol. Compatibilizó los tres deportes hasta el final del instituto, cuando ya debió decantarse por uno y escogió el baloncesto. En esta temporada en Málaga deja la impronta de profesionalidad superlativo. "Tiene una musculatura de 28 años, no de 34", aseguran quienes trabajan con él cada día. Antes de los play off y tras el despropósito del domingo en Las Palmas, reflexiona sobre lo que ha sido y sobre lo que viene.

-Fue inesperado lo de Las Palmas, tras ganar cinco de los últimos seis partidos y con esa derrota por un punto en Valencia.

-No sé dar una razón, todo jugamos muy mal menos Dani. Todos estuvimos muy mal, no sé si fue físico o mental. Ellos jugaron perfecto e hicieron todo lo que no pudimos. Pero hay que mirar adelante y no estamos preocupados por esto. Hay que aprender de esto y ser profesionales.

-¿Hubo terapia en la vuelta al trabajo?

-Hicimos un buen entrenamiento, tuvimos que cambiar cosas y fue un buen día. Tuvimos una sesión larga de vídeo, hablamos las cosas claramente. Fue muy positivo y ya miramos adelante. Quedan tres partidos difíciles y podemos ganar los tres.

-Ha tenido picos altos esta temporada el equipo, pero un partido así a poco del play off, desde fuera, resultó preocupante.

-Estamos intentando llegar al nivel más alto de la temporada al play off. Todos hablan de intentar quedar cuarto o quinto, pero más importante que el puesto es llegar bien. Sabemos que podemos competir contra todos los equipos y como quedemos dará igual. Tenemos que pensar en estos partidos primero y después ir día a día.

-¿Cómo se ha sentido en Málaga desde su llegada?

-Es una buena temporada, particularmente muy bien. Ha habido muchos altos y bajos, hemos ganado y perdido mucho, pero creo que es una buena temporada. Los compañeros están muy bien y es un gran equipo. Seguro que vamos a llegar a nivel alto en el play off.

-Llegó desde el CSKA, donde era una especialista y donde no era una de las primeras opciones ofensivas. ¿Cómo se adapta a más protagonismo?

-Era difícil cambiar de primeras. El año pasado mi rol estaba en cosas más pequeñas y ahora tengo más resposanbilidad. A mí me gusta, me canso un poco más pero me gusta ayudar cuanto más pueda al equipo.

-¿Se puede mejorar con 34 años como jugador?

-Sí, seguro. Creo que sí. Afinamos para llegar bien al play off, me intento cuidar cada vez más y te cansas pero ahora estoy en tiempo de focalizar y apuntar a las eliminatorias. Este verano descanso un poco, después a trabajar duro y creo que voy a estar al mismo nivel o más el próximo año.

-En el club dicen que han visto a pocos profesionales como usted. ¿Cuál es su rutina?

-Comer bien es básico, lo vas comprendiendo cada vez más. Cuando estoy cansado realizo muchos estiramientos para sentirme mejor. Y preparo cada día el entrenamiento. Después juego con los niños y estoy con mi mujer, todo enfocado pensando en el baloncesto.

-¿Ve mucho baloncesto?

-Durante la temporada regular algo, ahora mucho. Se junta el play off de la NBA y de Euroliga, ahora la Final Four, las últimas rondas de la ACB... Ahora es cuando el baloncesto es el mejor de la temporada y hay que verlo.

-Es de Illinois, de cerca de Chicago. Supongo que Michael Jordan le marcaría.

-Sí, he estado toda mi vida viendo a Michael Jordan. Vi jugar a Jordan en directo, crecer viendo eso fue importante, para mí ver al mejor jugador de siempre fue un placer. En el United Center tampoco pude jugar apenas, cuando estaba en la universidad alguna vez.

-Es de familia de deportistas, con jugadores y entrenadores profesionales de fútbol americano y béisbol en ella. ¿Por qué escogió el baloncesto?

-Llegó en un punto en el que di un gran estirón y estaba muy alto. Cada día jugaba mejor al baloncesto y tenía más oportunidades para ir gratis a la univerisdad, algunas de ellas buenas. Me gustaba mucho y por eso lo escogí. He jugado al béisbol, fútbol americano y baloncesto toda mi vida, lo compatibilicé hasta que tuve 18 años, al final del instituto. Mi padre es entrenador de fútbol americano y al béisbol jugué también [su tío Jerry fue 12 años profesional en la MLB y entrenador después y su primo Nick Sorenses jugó en la NFL]. Realmente, jugaba a algún deporte todos los días de mi vida. Era de los Chicago Bears en fútbol americano, pero ahora no están bien (risas). Sigo también a los White Sox y Cubs en béisbol, y, claro, a los Bulls. Pero ahora no tengo tanto un equipo favorito. Disfruto del deporte.

-En la universidad llega a los Fighting Illini.

-Allí tenía buenos compañeros. Jugué al lado de Deron Williams, Dee Brown, Brian Cook o Luther Head. Todos fueron a la NBA y era una oportunidad para jugar mejor y mejor cada día trabajar a su lado. Cuando la oportunidad llegó, adelante. Estudié Sports Management, es algo de deporte y pensaba que podía tener una salida. No sé lo que haré después del baloncesto. Me dicen mucho que debo tener un plan para el futuro, pero ahora mi plan es el baloncesto, jugar y ya veremos después. Más tarde pensaremos en eso.

-Aquí sorprende su nivel defensivo, su capacidad para defender en las ayudas o aguantar a rivales más pequeños.

-Tenía buenos entrenadores en el instituto, la universidad y NBA. He jugado contra muchos jugadores buenos en mi carrera, mucho uno contra uno y aprendes cada vez mejor a hacer ayudas cuando lees mejor el baloncesto. Es un poco de querer, pero también puedes hacer trucos y la experiencia te da más herramientas para ayudar defensivamente. Los entrenadores y los jugadores que tuve en mi carrera me ayudaron. Ahora es algo que tengo en mi mente.

-¿Se puede disfrutar defendiendo?

-Es mucho trabajo, no sé si disfrutar es la palabra (risas). Tengo orgullo, soy orgulloso y no quiero que la gente meta canastas contra mí. Intento hacer todo lo que puedo para ayudar al equipo a ganar. Aparte de eso, hay que jugar lo más fuerte posible.

-Durante dos años entrenó cada día al lado de Dwight Howard en Orlando.

-Aprendes muchas cosas defendiendo en cada entrenamiento a alguien tan grande y fuerte, de esa talla. Tienes que intentar algo diferente.

-Después de defenderle en su plenitud parecerá más fácil lo demás.

-Claro. También ayudan los entrenadores, vas tomando las cosas que te enseñan.

-¿Aquí aprende mucho?

-Aprendí muchas cosas. Somos un equipo muy bueno en defensa. Jugamos fuerte atrás, somos un bloque y lo hacemos juntos. Somos uno de los mejores equipos en defensa de España y Europa. Tenemos buenos sistemas, con ayudas de unos a otros. Jugamos como un equipo y es buena parte de esto.

-Ha ido alargando su rango de tiro durante el año, incluso le vimos meter desde media distancia para ganar un partido.

-Es poco a poco. Depende de cada partido, de cómo me encuentro. Trabajo todos los días para hacer crecer mi juego, yo creo que los técnicos y los compañeros tienen confianza en mí para lanzar. Pero lo que más me gusta estar cerca de la canasta, peleando por el rebote.

-¿Le veremos en Málaga el año próximo?

-No lo sé, es la pregunta que nos hacemos ahora. Pero ahora mismo no pienso, de verdad. Pienso en acabar esta temporada lo mejor que puedo personal y colectivamente. Veremos, estamos muy a gusto aquí mi familia y yo, pero tenemos que verlo.

-¿Influye estar o no en la Euroliga?

-Para mí no es muy importante. Con poco más de 20 años podría ser más imortante. Quiero estar en un equipo bueno, con buenos compañeros y entrenadores. No me importa jugar en la Eurocup o la Euroliga si se cumple lo demás.

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