Dylan Osetkowski se apaga

El californiano recuerda a esa versión desganada de primavera, mientras aún aguarda la resolución de su caso

"El que dude, se arrepentirá"

Osetkowski, esta temporada. / Carlos Guerrero

Málaga/A Dylan Osetkowski se le ha apagado la llama, uno de los jugadores desconectados del Unicaja tras la Ventana FIBA. Dejó una grata impresión en su debut con Alemania, de alguien superior y con una jerarquía ya establecida en el baloncesto europeo. Pero en su retorno recuerda a esa cara despreocupada que ya mostró en primavera, con una posible sanción o absolución tras su positivo. Y una punzada que continúa, mientras el californiano todavía espera. Desde el Unicaja se manejaba noviembre como posible desenlace de su expediente, pero no hay señales tras un año de caso. Permanece latente y en cualquier momento puede haber noticias, y esa incertidumbre no ayuda a la cabeza del chico. "Cada vez se le va haciendo más duro", reconocía Ibon Navarro recientemente en Sur. En el bajón general del Unicaja coincide ese descenso de Osetkowski, de esos jugadores que te marcan el suelo y miden el techo, jugador aún estructural pese a las rarezas del pasado verano. Había arrancado la temporada como un disparo, con ese MVP en Singapur, físicamente fino y con una evolución marcada en su madurez como jugador de baloncesto. Apareció incluso hace unas semanas como MVP potencial de la BCL.

Un verso libre, sin ser un jugador vehemente en sus emociones, pero sí ha dejado reacciones llamativas en estas semanas. Puede ejemplificar la imagen del Unicaja en el WiZink ante el Real Madrid, de estar desconectado. Y ante el Gran Canaria, solamente dos lanzamientos a canasta, para un jugador con un volumen alto, más en situaciones calientes de partido, es gélido en esa toma de decisiones. Es un jugador con un grado especial dentro de la plantilla, su talento es incuestionable y en el club se asume esa relación pro-contras que da el de San Diego. Ibon vislumbra que puedan subir algunos jugadores su nivel en enero. La temporada del Unicaja se irá a los diez meses, es entendible una selección de picos altos, la mayoría en la segunda mitad de curso, pero lo preocupante es su estado emocional, fácilmente perceptible. Y más en un equipo que fluye a través de su estado de ánimo, algo que siempre ratifica Ibon Navarro.

En ACB, está en sus peores números en sus tres temporadas en Málaga (9.5 puntos, 26.7% en triples y 8.4 de valoración). Reseñable que sea el sexto más valorado de la plantilla (Carter, Perry, Tyson, Taylor y Kravish), cuando el pasado curso acarició el MVP. Ha permanecido en Málaga de forma accidental, pero todavía es un activo potentísimo, como tal en la escala salarial. El Unicaja dependerá del nivel de Osetkowski en esos 10-15 partidos que te juegues la temporada. Al igual que el equipo, no es un mal momento para un parón, pero las exigencias aparecen con un sprint ahora duro, partidos de gran nivel en enero y una Copa del Rey que aparecerá en menos de dos meses. El Buesa Arena es un buen escenario para emerger, o al menos verle que siente y padece.

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