¿Qué le pasa a Tyler Kalinoski?
El estadounidense sigue anclado en malos porcentajes y exteriorizando poca confianza, mientras Ibon Navarro dimensiona su trabajo, también con una premonición
Kravish y su idilio con el Unicaja
Peristeri llega con la moral alta
El Unicaja continúa su crecimiento tras un inicio de temporada del que no restan secuelas. Ensamblar un equipo que encadena seis victorias consecutivas, batería en el día a día, pero aún con un amplio campo de mejora, a todos los niveles. Hay una base indestructible, ver al Unicaja mostrando esa fiabilidad de antaño es lo más rico de las últimas semanas, pero precisa aún más rodaje la plantilla de Ibon Navarro para continuar engrasando la maquinaria. Tyler Kalinoski es de esos jugadores que necesitan un vuelco. Bache habitual del tirador que se ha ido ahondando en los últimos partidos y de la que no sale. Demanda el Unicaja recuperar esa fiabilidad del estadounidense, reloj a la hora de superar el 40% en triples (ahora están en un 27.6% en ACB). Estados de forma y momentos. Un lujo que no se le haya echado en falta, pero urge a medio plazo. Lenguaje corporal que denota una moral tocada; llamativo que algunos lanzamientos ante Obradoiro quedaron lejos de entrar. Extraño, pero Kalinoski volverá.
Ha tenido algún problema físico en las últimas semanas que ha obstaculizado esa puesta a punto, también el conocimiento que ya se tiene al Unicaja; carretones y salida de los bloqueos que los rivales conocen al pie de la letra, produce que no encuentre esos tiros con tanta fluidez. Lanza 3.6 triples por partido, por los 4.9 del año pasado, volumen que se ha reducido, entre otras cosas, por no existir todavía el encaje. Es un jugador con una gran cultura del esfuerzo, ética de trabajo y profesionalidad que es bien valorada en el club, más unos registros que van más allá de tirar. Pero saldrán mejor los números si esos porcentajes dan un subidón. Coincide que la temporada pasada, hasta mediados de noviembre, Kalinoski rondaba el 30% en triples, y acabó el curso con un 44.8% en ACB. La historia se repite.
Ibon Navarro y la brujería de Los Guindos
Era preguntado Ibon Navarro en sala de prensa, tras ganar al Obradoiro, por el momento que vive su jugador. "Le está pasando lo mismo del año pasado. Fue irnos a Los Guindos a entrenar, ir al partido de Valencia, el primero que tuvimos desde que entrenamos allí, y se rompió esa mala dinámica. Cómo ataca el rebote ofensivo, sus posiciones defensivas, siempre le toca bailar con la más fea... A mí si da eso, lo otro no me importa tanto. Claro que me gustaría que metiese más, pero el otro trabajo que hace es muy importante, porque con eso contamos también. Meter y estar acertado depende de momentos y sensaciones, ahora está con malas sensaciones. Pero si sigue haciendo ese trabajo que hace atrás, y cuando tiene que bloquear es un jugador que bloquea, a veces le pintan falta en ataque porque bloquea de verdad; igual es de los mejores jugadores que bloquean del equipo en la línea exterior. Todo eso es un trabajo que para nosotros es muy importante, al margen de que meta o no. Lo bueno es que nos vamos a Los Guindos, cuando ya el año pasado la reventó". Discurso que reduce el concepto que se tiene de Kalinoski en el Unicaja. Magia de Los Guindos que tuvo su rédito la temporada pasada, ahora el contexto es más favorable para ver ese estallido. Necesita un partido.
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