Petro de Luanda - Unicaja: Con el piloto automático basta (78-94)

Con el piloto automático activado y un autocontrol de equipo grande, ya con la espalda ancha en estos escenarios, el Unicaja resolvía su debut en la Intercontinental sin sufrimientos ante el Petro de Luanda (78-94), que rápidamente cedió ante el baloncesto abismal malagueño. El equipo llegaba a septiembre preparado y transmite una sintomatología de estar en el ecuador del curso. A Ibon Navarro le pitaban una técnica a un minuto del final por protesta, es una señal de cómo respira el Unicaja actual, una actitud elogiable y es el mejor viso para soñar con títulos. En cuanto al partido ante los angoleños, era esperable la diferencia de nivel abismal, reforzada con una muy buena actitud del Unicaja, que salió al partido enganchado, la bola fluía, una mano en cada ataque accidentado del Petro de Luanda, que dependía de una bajada de tensión en el equipo malagueño. Pero los minutos en esta plantilla valen su trabajo y esfuerzo, la intensidad será siempre alta por el riesgo de castigo. No es el caso de Tillie y Sima, los primeros descartados, el francés estaba tocado y el pívot gerundense tendrá su participación en Singapur.

Kameron Taylor resolvía en los primeros minutos, al contraataque, con un tres más uno (3-9) y el equipo prolongaba esa buena versión en el Costa del Sol, de encontrar jugadores sumando. En modo diésel, pero suficiente para un marcador abultado. Barreiro, el otro gran destacado de un primer cuarto que finalizó Kalinoski (6-25). Esquivar la relajación era difícil, además por un Singapore Arena Stadium moderno e imponente, pero vacío, una estampa similar a la del Belgrado Arena. Pero al Unicaja le da igual cualquier envoltorio. Como curiosidad, el Petro de Luanda aplicaba una zona 2-3, algo tendrá que el Unicaja-UCAM del play off, al que habrá recurrido Valdeolmillos para un scouting inservible. Algún conato de reacción en los angoleños, que aumentaron su nivel. Moreira, de los más aseados del Petro (y un parecido con Durant que se compra) sumaba un par de buenas canastas, para cambiar el ánimo. Pero al Unicaja le salía el baloncesto con pura inercia. Un porcentaje de tres mayúsculo (10-16 en la primera parte). Todo rodado y fluido. Hasta Kalinoski las metía a tabla, también Osetkwoski o Djedovic. Contagiaba ese acierto a los de Valdeolmillos, que encontraba alguna solución poco vistosa pero sí práctica, manos a mano de Domingos, jugador con puntos, y Dundao, el pequeño generador angoleño (1.67 metros). No servía para inquietar al Unicaja, que se iba al descanso con el partido resuelto (32-55).

Pero el equipo continuaba esmerado, ayuda el contar con Kalinoski o Barreiro, que cada día engrandecen su formidable rol en este equipo. No reciben las luces que merecen. Tyson Pérez se comía el aro, físicamente está fino, y el Unicaja daba otro acelerón (42-73) en el tercer cuarto. Con peores porcentajes, que ocasionaba alguna situación de excesiva libertad, o dejarse llevar por un partido en forma de entrenamiento. Nick Faust, otro de los americanos del Petro, dejaba un mate de concurso ante Balcerowski, que sigue acumulando rodaje, del que se aprovechaba Moreira. Y Valdeolmillos insistía con la zona en un tercer cuarto que concluía Perry (52-75). Hay que gestionar los esfuerzos, el peligro de lesión aumenta en esos minutos de la nada, Ibon ajustaba los quintetos pensando en lo que viene. Taylor, que no deja de enamorar, provocaba otro tiempo muerto de Valdeolmillos, para parar y no ajustar, con un inglés simpático (58-87). La actividad en los malagueños continuaba, pero sin la urgencia de hacer sangre, que lo aprovechaba el campeón de África para apretar algo el marcador. De medir cada paso y esperar que el partido no dejara daños. En 24 horas, hay que certificar el pase a la final ante el Al Riyadi de Líbano. A dos partidos de la gloria en Singapur.