Una plata y un MVP para Mario Saint-Supéry

El cajista queda subcampeón de Europa sub 16 después de perder con Lituania en la final (77-68)

Se incorporará a la pretemporada del Unicaja

Mario Saint-Supéry se abraza a un integrante del cuerpo técnico de España.
Mario Saint-Supéry se abraza a un integrante del cuerpo técnico de España. / Fiba
Jesús María Noguera

20 de agosto 2022 - 23:37

La miel en los labios. La muerte en la orilla. Primero lo vivieron en sus carnes Álvaro Folgueiras y Rubén Vicente en el Mundial sub 17 en el Carpena. Este sábado le tocó en primera persona a Mario Saint-Supéry, que aquel día estaba en la grada viendo a sus compañeros. Subcampeón de Europa sub 16 es el rinconero, que acarició el oro. Tan cerca, tan lejos. Ahí está lo agridulce de una medalla que es un éxito tremendo, pero que minutos después tiene ese punto agrío. Gran torneo para una selección que pudo acabar fuera de las 10 primeras si no es por la remontada ante Montenegro en grupos. Desde ahí creció para sólo ser superada por Lituania en la final en Skopje (77-68).

Mucho mérito para una generación que ha redondeado un verano mágico para el baloncesto de formación español. Ahora toca darle continuidad en el puente hacia la élite. Lo que se vivía días atrás con Juan Núñez, ahora peleando por el Eurobásket absoluto, es un síntoma. Lo ha vivido el Unicaja con el propio Folgueiras, camino de Estados Unidos la próxima temporada. De este grupo de jugadores destaca Saint-Supéry, un jugador dominante en este contexto. Gobierna los partidos a su antojo y ahora está uno o dos peldaños por encima. Su temporada 2021/22, que será inolvidable para él, termina en la capital de Macedonia. Con una plata que le pone la guinda a un año tremendo. Siempre estará presente. Del cadete del Novaschool a ser el debutante más joven de siempre en el club de Los Guindos.

Fue a remolque España frente a los bálticos, que se tiraron de cabeza a por una oportunidad casi irrepetible. Pero aún así los de Ángel Jareño no le perdieron la cara a un choque en el fueron perdiendo por distancias superiores a la decena. Los lituanos tuvieron opciones para romper antes, pero aguantaron los jóvenes españoles. Hubo dos momentos donde la final podría haber dado la vuelta, con 61-58 y 70-67. El combinado nacional tuvo dos posesiones para empatar, pero se fueron al limbo. Precisamente el rinconero fue uno de los que falló en esos momentos. Le faltaron aire y piernas al faro español después de un curso trepidante. Y ahí murieron las opciones de ser campeón.

Tremendo campeonato para el malagueño, que ya acaparó de manera definitiva todos los focos. Los números estuvieron acompañados de highlights. En el partido decisivo jugó todo menos cuatro segundos en los que anotó 31 puntos (11/19 en tiros de dos, 2/12 en triples y 3/7 en tiros libres), cogió ocho rebotes y repartió tres asistencias para 20 de valoración. En el debe, un -9 en pista. Pero todas las opciones de España pasaron por sus manos. Y el MVP no podía recaer en otras manos que en las suyas, además de su presencia en el quinteto ideal. Una actuación descomunal en un escaparate gigante que sólo viene a confirmar lo que el Unicaja tiene entre manos. Un talento muy especial, casi sin precedentes en esta última década. Ahora descansará y se incorporará a la pretemporada. Lo hará con una plata y un MVP después de una temporada impresionante.

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