El 'prime' de Alberto Díaz
El capitán enlaza buenos partidos durante los últimos meses que embellece con números
"Cuando otros descansan Alberto sigue trabajando"
Un Alberto de récord
En su espléndida madurez como jugador de baloncesto, con 29 años y con contrato firmado hasta 2028, se contempla la mejor versión de Alberto Díaz con el Unicaja. En los dos últimos meses, liberado de problemas físicos, está desplegando un baloncesto sensacional. En lo que es súper elite y nunca dejó de serlo aunque renqueara y tuviera que apretar los dientes, pero también en lo que ha tenido más margen de mejora y que ahora está embelleciendo con números. Nunca será un jugador llamativo por la estadística primaria de puntos, rebotes y asistencias. Por eso, esos cinco triples, los 17 puntos y los 27 de valoración, récord como profesional tras 428 partidos con la camiseta verde y morada, en Palencia alegran porque ayudan al reconocimiento.
“Alberto es un jugador que trabaja mucho en todo, pero mucho en mejorar las cosas que no hace tan bien y el tiro es una de ellas. Mientras otros descansan él siguen trabajando. Y me alegro de un partido así porque esto le empuja para seguir haciéndolo. Castigamos bien que lo liberaran en los indirectos”, explicaba Ibon Navarro en la sala de prensa en Palencia, resumiendo bien lo que es el capitán del equipo. Nunca ha sido un prodigio técnico ni un anotador excelso, pero ha sabido tallarse y dejarse tallar parar ir incrementando su nivel hasta consolidarse en la selección española. Confesó alguna vez Sergio Scariolo que a su hijo, Alessandro, le ponía a Alberto como ejemplo si quería ser jugador de baloncesto.Sergio Scariolo Ese “mientras otros descansan él sigue trabajando” refleja bien una filosofía y ética que le he permitido derribar muros y también algún prejuicio. No ha desentonado cuando ha estado mejor rodeado, al contrario.
Es frecuente ver llegar a Alberto Díaz a primera hora para hacer rutinas tiempo antes de la hora fijada de entrenamiento junto al preparador físico, Marcos Cerveró. Ha ido cincelando su cuerpo para adaptarse a las exigencias del baloncesto moderno. Es una cultura que se ha ido instalando en la plantilla porque los jugadores constatan que se reduce el número de lesiones y que sus estados de forma son óptimos. También hay ejercicios de tiro después de muchas sesiones. Con él, Melvin Ejim, otro que no tiene un talento natural abundante para meter. Alberto, que la temporada pasada se quedó en un 28% en triples, su peor porcentaje desde que es profesional en una campaña (32% era su tope inferior), no desistió y redobló esfuerzos. Este año está promediando un 43% desde detrás de la línea. Ya estaba por encima del 40% antes del recital en Palencia aunque no llegue a los dos lanzados por encuentro. 4.1 puntos, 3.8 asistencias, 2.8 rebotes, 3.1 robos y 9.5 de valoración (cuarto de la plantilla tras Perry, Osetkowski y Taylor) son sus medias actuales. Su campaña más anotadora (6.1 puntos) fue la 2020/21, un año difícil en el que tuvo que hacer más cosas de las aconsejadas. Liberado de la presión de llevar el peso del club sobre sus espaldas, se le ve disfrutar en un equipo de estajanovistas que entienden como él el baloncesto. Tiene los galones, se le veía calmar a Carter cuando tuvo un rifirrafe final en Palencia.
“Me veo en el mejor momento, la verdad. Vengo de un año y medio, contando el Eurobasket, maravilloso, donde estuve bien físicamente, disfrutándolo. Ahora estoy a buen nivel, también el equipo, que es lo que te marca cómo te sientes. Puedo decir que estoy en el prime de mi carrera”, confesaba el capitán cajista en estas páginas estas Navidades sobre el punto en el que se veía en su carrera. Lo está demostrando sobre la pista, donde se ha ganado el respeto también. Es curioso ver que es su temporada con menos faltas (sólo 1.4 por duelo) sin que haya mermado su efectividad defensiva. Son detalles de la madurez como jugador de Alberto Díaz Ortiz, el capitán del Unicaja.
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