Hay algo de orgullo (70-79)

REsultado y crónica del Baskonia-Unicaja

Un notable partido defensivo y el acierto en el triple en la segunda mitad canalizan una victoria que permite seguir aspirando al octavo puesto y a estar en el play off

Waczynski intenta anotar.
Waczynski intenta anotar. / Efe

El Unicaja exhibió en Vitoria algo de orgullo y dignidad para seguir con vida en la pelea por el play off con una trabajada y valiosísima victoria en el Buesa Arena (70-79). Quedan dos victorias en dos partidos y ni aun así es segura la presencia entre los ocho mejores, pero tras conseguir sólo una victoria en los últimos cinco partidos, el triunfo ante el Baskonia sabe a gloria y permite vislumbrar una final el domingo próximo ante el Madrid si no se falla ante el Acunsa GBC este martes. Una victoria labrada desde un notable trabajo defensivo, aderazada con un masivo acierto en el triple en el tercer cuarto, que consiguió desconectar a un Baskonia en recomposición, que no tuvo respuestas para dejar el triunfo en casa.

Katsikaris ha mejorado al equipo en algunas cosas desde que llegó, como aumentar el nivel defensivo. En Vitoria, el equipo dio un nivel entre decente y bueno ahí durante 40 minutos. Una base para crecer que se esperaba que cuajara con más frecuencia. En ataque costaba horrores crear superioridades y las posesiones acaban muchas veces siendo un monólogo. Un ejemplo, las sólo dos asistencias en la primera parte. Lo que se gana por un lado, se pierde por otro. Pero en el segundo tiempo coincidieron esa poco frecuente solidez defensiva y un acierto magnífico desde el triple con varios focos para hacer daño permitió subir ese escalón competitivo que no se había conseguido en las últimas semanas ante rivales de la liga propia. El Baskonia está en proceso de reconstrucción durante la temporada, con lesiones, marcha de un jugador básico como Vildoza y fichajes para competir el play off e intentar defender el título. Se envidia la posición de un equipo que durante años fue la competencia directa malagueña por ser el tercer equipo del país, hubo momentos que más arriba. Ahora no hay color, pero este domingo el Unicaja supo tomar una cancha siempre complicada par a seguir respirando y no dar la temporada por perdida.

En un contexto de muy pocos puntos y errores constantes (nueve pérdidas de cada equipo al descanso), el partido se movía en distancias muy cortas. Estiraba el Baskonia, pero respondía el Unicaja. Era Thompson, como en los últimos partidos, quien marcaba la pauta ofensiva. Jaime alternaba buenas acciones con algún error. Alberto ofrecía la energía defensiva para marcar la línea. Y Brizuela, como en los últimos partidos, parecía obcedado y no anotaba. Katsikaris le iba dando más minutos a Francis Alonso. Al descanso había equilibrio total en el marcado (30-30), pero era previsible que fuera necesario un aumento de la productividad ofensiva para tener opciones de ganar.

Una mala salida tras el descanso propició un parcial de 8-0 y un distanciamiento del Baskonia (38-30), máxima renta del equipo vasco. Pero el Unicaja respondió con dos triples de Waczynski y uno de Jaime (42-44) para volver a coger el mando. Había metido en minuto y medio los mismos triples que en 25. Cosas de las rachas de este deporte. Otro triple de Jaime, con adicional errado, y un rebote en ataque de Waczynski, más un triple de Brizuela, lanzaban al Unicaja con una ventaja de seis puntos (46-52) y obligaban a Ivanovic a pedir un tiempo muerto. Una bonita combinación para que Abromaitis metiera un triple desde el lateral aumentaba el botín (48-57), muy interesante al final del tercer cuarto tras meter 27 puntos. Había momentos de bola compartida que no se habían visto en tiempo.

Una bonita asistencia de Jaime para un mate de Thomas marcaba la máxima renta (48-59) al comenzar el último cuarto, superar la psicológica barrera de los 10 puntos. Habían sido minutos de acierto ofensivo, sobre todo en el triple, que habían propiciado un despegue, pero no se había olvidado defender. Aunque el problema en el rebote es irresoluble para este equipo y siempre penaliza, no hay tan malos mimbres para blindar el aro. Siempre, claro, partiendo de un ejercicio colectivo de esfuerzo y agresividad, que esta vez sí se veía en el parqué del Buesa.

Un triple de Bouteille, jugando otra vez minutos como cuatro, valía para ponerse 58-71 a seis minutos del final. Respondía el Baskonia con un 7-0, pero Abromaitis daba aire sacando dos tiros libres. Y la victoria ya no peligraría pese a una técnica a Brizuela ciertamente risible.

El Unicaja se hizo acreedor a seguir peleando por un puesto en el play off por el título. Semanas anteriores infames han hecho que ya no dependa de sí mismo, pero aún es bastante factible. Con esta imagen y actitud, seguramente no hubiera habido problemas antes. Pero, al menos, hay algo de orgullo y amor propio.

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