10.602 razones
La ovación del Carpena al Unicaja tras la derrota ante el Madrid denota que se va por el buen camino, pero se necesita el refrendo de los resultados en un tramo más asequible
Girona, Joventut, Betis y Granada, los rivales antes del parón por las ventanas
Arbitrajes que desesperan
El Unicaja perdía por 14 puntos a cuatro minutos del final ante el Real Madrid. Acabó cayendo por cinco tras un último intento de remontada postrera. No obstó para que cuando Alberto Díaz fallara un triple a falta de siete segundos para colocar al Unicaja a un punto en el Carpena brotara de manera espontánea una ovación. Era una manera de decir que es lo mínimo que se le pide, que compita, dé la cara y honre a la camiseta. Algo que no se ha hecho con demasiado frecuencia en los últimos años y que, covid aparte, ha ido alejando al público del Palacio.
10.602 asistentes era el dato oficial que ofrecía el club. Un alto porcentaje estaba atraído por el rival. El Real Madrid es, de largo, el equipo más taquillero en Málaga. Más allá de madridistas en la provincia, hay un significativo número de asistentes desde las provincias colindantes que compran entradas para el partido, las más caras de la campaña. El horario, además, ayudaba a pasar un buen fin de semana por estas tierras.
Pero la masa vestía de verde y se divirtió con su equipo pese a la derrota. Ganar al Real Madrid ha sido cada vez más extraño, sólo una vez en los últimos 11 encuentros. La realidad es que el equipo blanco siempre parece tener una marcha más. Los grandes dosifican con la exigencia del calendario y su Euroliga y van elevando revoluciones según el contrario empuja. Y, normalmente, ganan mucho. Todos tienen algún momento de vulnerabilidad, pero de momento el equipo blanco no ha dado opciones reales.
Podría decirse que el 1-2 actual es el balance lógico para el Unicaja, con dos derrotas ante equipos de Euroliga y una victoria ante el Gran Canaria. Sucede que ver competir y ganar por derecho al Lenovo Tenerife en el Buesa, con un gran Jaime Fernández, recuerda que hay otros equipos que aún siguen estando por arriba en el escalafón aparte de los transatlánticos. Viene ahora un periodo de partidos más asequible, aunque con tres salidas. Antes del parón de las ventanas en ACB hay visita a Girona, Badalona y Granada y viene el Betis a Málaga. Dos ascendidos, un hueso que no ha empezado demasiado bien, el Joventut, y el conjunto sevillano, que logró su primera victoria este fin de semana. Llegar a ese receso de partidos en balance positivo debería ser un buen estímulo, sin dejarse victorias en la BCL, antes de la primera meta volante de la temporada. Sería un buen síntoma de progresión desde el punto de vista del resultado.
Existe un convencimiento colectivo de que hay más equipo que en las últimas temporadas, las sensaciones apuntan a un techo alto, pero se trata de ir construyendo un suelo cada vez más elevado. Viene ahora una semana de trabajo sin partido entre medias para ir profundizando. Será la primera vez que los 12 jugadores, más Mario Saint-Supéry, puedan trabajar juntos durante más sesiones consecutivas. Apenas dos días seguidos entre partidos y descansos ha sido el tope. Este martes, por ejemplo, hay doble sesión. Hay hueco para progresar en la construcción antes de viajar para jugar ante el Girona de Aíto y Marc Gasol, que también hizo un notable partido en su regreso tras más de una década a la ACB ante el Madrid pero después perdió bien tanto en Tenerife como en Santiago de Compostela.
Esa ilusión generada necesita el lógico sostén de los resultados. Quienes ven trabajar cada día al equipo son optimistas por lo que se está creando. Pero queda un trecho importante para ver a tanta gente en el Carpena sin el Madrid enfrente.
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