A dos retoques de un plantillón
El grueso de la plantilla tiene contrato en vigor y quedan dos huecos en la plantilla
Waczynski, una decisión clave
Los lesionados, otro factor
Una charla con cualquier agente o director deportivo de otro club de ACB, cuando se le cuestiona por el Unicaja y el futuro, tiene un razonamiento común. Más o menos, que se está a dos retoques de hacer una plantilla de mucho nivel, para competir de verdad en las competiciones nacionales y para aspirar a ese anhelado retorno a la Euroliga. Suele ser ese un punto habitual también, si hay una voluntad y una ambición real de volver a la mejor competición. Lo ha verbalizado el presidente, Eduardo García, y se ha ejemplificado con audaces movimientos mediada la temporada, con los fichajes de Axel Bouteille y Darío Brizuela.
No obstante, hay que hacer esos retoques. Y acertar. Y el margen presupuestario no es grande. Los sueldos de jugadores con contratos medios o largos (Jaime Fernández, Alberto Díaz, Brizuela, Bouteille o Gerun) son crecientes. La renovación de Suárez, es cierto, se ha producido con una bajada de sueldo respecto a lo que percibía, de ahí se explican esos dos años de contrato. Además, el club afrontó un gasto extra con los fichajes de los temporeros (cinco jugadores llegaron con la pretemporada empezada: Toupane, Brizuela, Simonovic, Bouteille y Mekel) para reforzar al equipo en el presupuesto de la temporada recién acabada que hay que ajustar. Y habrá que ver cómo es la respuesta de los abonados a las tres propuestas del club para compensar por las pérdidas de partidos a los que no se ha podido asistir por la pandemia, algo que también repercutirá en las arcas del club. Y cuál es el escenario para la próxima temporada, si se puede contar con esos ingresos. Es el 20% del presupuesto del club.
Saldrán del equipo Josh Adams, Axel Toupane, Melvin Ejim, Frank Elegar y Marko Simonovic. Queda la duda de entre los que acaban contrato de Waczynski. Cabe en algunos escenarios de plantilla, en otros no. La decisión con el técnico seguramente tenga correlación con su continuidad. Sus agentes ya ofrecieron al jugador a otros clubes en previsión. Su voluntad es quedarse y estaría dispuesto a un esfuerzo económico, pero se pondera si se arriesga para subir un escalón. Sus virtudes y defectos ya se conocen de sobra tras cuatro años en Málaga. Su continuidad o no es bisagra para la configuración de plantilla, si se va a un formato de siete exteriores (más Francis Alonso) y cinco interiores (podría estar también Yannick Nzosa en órbita de primer equipo) o hacia otro formato más con seis-seis pero algún fichaje (no con sus cualidades quizá, pero sí su capacidad para jugar de tres y de cuatro) tipo Ejim que no colapse demasiado la cantidad de interiores. Hay cierto consenso en que haría falta un cuatro y un cinco para apuntillar la plantilla. Pero no hay huecos con los contratos en vigor de Suárez, Gerun, Thompson y Guerrero, salvo que se usara esa plaza por Waczyski.
El juego exterior está formado con Mekel, Alberto Díaz, Jaime, Brizuela, Bouteille y Milosavljevic más el comodín Alonso. Quedan los asteriscos de las lesiones de larga duración de Jaime y Milosavljevic y ver cómo regresan. Apostar por la continuidad de Waczynski daría cierta tranquilidad con un jugador de rendimiento previsible por si hubiera contingencias. También por otro perfil en vez del polaco, también exterior. Hay quien ve también un déficit de centímetros y capacidad física y atlética, que no de calidad, en el puesto de uno y dos. Casimiro ha usado puntualmente a Bouteille para generar juego desde el bote, quizá pensando en un uso puntual de dos. Un buen Milosavljevic, capaz de defender con solvencia desde bases a ala-pívots, lo compensaría, pero no hay plena certeza de su estado.
Un bonito reto, pues, para la dirección deportiva del Unicaja. Apuntalar una plantilla que tiene un esqueleto ilusionante, con un núcleo joven en torno a los 25-27 años y con las gotas de experiencia necesarias, pero al que le faltan esos retoques para que vuele más alto.
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