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Domas Sabonis, el niño que pegaba duro
All Star de la NBA
Alberto Díaz y Rubén Guerrero, que coincideron con él en cantera, y Carlos Suárez, Sergi Vidal y Fran Vázquez, que vieron su debut en el primer equipo, dan sus impresiones sobre la evolución del lituano de Torremolinos, que esta noche debuta en un All Star
"Eso dicen, eso dicen", bromea Rubén Guerrero cuando se le recuerda aquella vez, en la temporada 2010/11, que se produjo un hecho inusual en la cantera de Los Guindos. El equipo cadete de primer año, generación de 1996, se clasificó para el Campeonato de España de la categoría por delante del de segundo año, generación de 1995. Rubén Guerrero jugaba con los mayores. "Nos tenían que ganar dos partidos y nos ganaron. Teníamos un equipo, estaban Víctor Ruiz, Samuel Montoro, que era internacional... Teníamos un buen equipo, pero ellos tenían una garra increíble y nos ganaron", relata Rubén. Entre los ellos, ese equipo de 1996, estaban Domantas Sabonis y Francis Alonso.
Justo horas después de que se celebre este domingo la final de la Copa del Rey, se producirá un hecho histórico. Un chaval formado en Los Guindos desde los seis a los 18 años, que pasó desde la EBG a los infantiles y desde ahí creció hasta debutar con el primer equipo, jugará el partido de las estrellas de la NBA. "Esto es una consagración, un estatus que para los jugadores tiene una importancia brutal, brutal. Es una etiqueta. Es una de las cosas que no percibes tanto desde fuera. En mi situación de ir o no al All Star, es algo a lo que yo no le daba mucho peso. Pero aquí te das cuenta de la dimensión que tiene. Domas es un caso evidente de un jugador que se ha hecho a sí mismo, que ha entrado de puntillas y gracias a su capacidad de trabajo, dureza e inteligencia, se ha hecho un hueco muy importante en la NBA", explicaba sobre lo que supone ese prurito Sergio Scariolo, que la semana pasada jugó dos veces ante Domas Sabonis en sendos Indiana-Toronto. El ahora jugador de Indiana Pacers participó la pasada madrugada en el concurso de habilidades y, tras derrotar al actual campeón, Jayson Tatum, y Middleton, perdió en la final con Bam Adebayo.
"Recuerdo jugar contra él yo en Marbella y él en la EBG, iba de naranja vestido. Un chaval rubito que no era muy grande aún entonces... Y mira dónde está", relata Rubén Guerrero sobre sus primeros recuerdos sobre Domantas: "Estoy contentísimo de que viva lo que esté viviendo. Es algo increíble, un chaval que es de Málaga, porque así se sentía, que esté donde está. Los seguidores suyos estamos muy contentos de verle ahí y jugar un All Star. Ha demostrado lo que vale, sé que lo tiene que estar disfrutando. Llevo tiempo sin verlo, pero él siempre ha sido una buenísima persona, un muy buen chaval, un chico humilde, muy amigo. Un trabajador, trabajador, trabajador...".
Alberto Díaz tiene una estrecha relación con Tuty Sabonis, cuatro años mayor que Domantas. Coincidieron en el Clínicas Rincón tiempo. Ahí jugó Domas una temporada, la de su primer año junior. En LEB Plata ya desplegaba minutos de calidad. "Es verdad que siempre ha tenido una proyección muy, muy, muy alta. Tú le veías con 16 años cómo se movía, pasaba y leía el juego y se veía que tenía algo, esa cosa muy especial. Intentas no decirlo muy alto porque al final nunca se sabe el camino que tiene cada uno. Pero se le veían destellos que no tienen las personas normales", recuerda el base malagueño, que tiene gratos recuerdos de aquella época feliz con el equipo que entrenaron Francis Tomé y Paco Aurioles: "Estoy muy contento de que una persona como él esté en el All Star. Tengo trato con su hermano Tuty, con el que estuve más tiempo. Con Domas estuve el año de LEB Plata sólo. Todos los que estamos aquí nos alegramos por él. Que esté en el All Star es algo casi nuestro. Que un jugador de Los Guindos esté en el All Star debe ser un orgullo no sólo para el Unicaja, sino para Málaga también".
Con 17 años y cinco meses, Domantas Sabonis fue el jugador más joven en debutar en partido oficial con la camiseta del Unicaja, récord que después le arrebató Pablo Sánchez. Allí, veteranos como Fran Vázquez, Sergi Vidal y Carlos Suárez, los tres habían jugado con enormes jugadores en su carrera, vieron cómo debutaba un chaval con un apellido a cuestas que pesa. "No es que no me lo esperaba, pero siempre que tienes a un padre como el de Domas que todos conocemos pues tienes la presión esa de 'eres hijo de'. Lo ha llevado bien y sabía desde el principio que lo más importante eran los estudios y que el baloncesto era una segunda opción. Cuando se fue a Estados Unidos tuvo la suerte de compaginar las dos cosas lo mejor posible y demostrar por sí mismo que 'mi padre es Arvydas Sabonis, pero yo soy Domantas'. Creo que esa fue la clave, decir 'tengo el testigo de mi padre, pero yo voy a hacer lo mío'. No me ha sorprendido, todo trabajo tiene su recompensa y ahí lo tenemos. En su primer año en Oklahoma no estuvo tan bien, pero ha ido trabajando e intentando superarse y aquí tiene el premio", decía Fran Vázquez, que tenía que fajarse en los entrenamientos con un joven prometedor.
"Ha sido increíble su progresión", recuerda Sergi Vidal: "Estaba justo empezando a hacer sus pinitos en el baloncesto profesional. Es fantástico que un chico como Domas que se ha criado en Los Guindos y es una buena persona esté ahí, te alegras más cuando a la buena gente las cosas le van bien, y realmente es una pasada. No me atrevería a decir que pensaba que su techo iba a estar tan arriba, la verdad".
"Sinceramente, sí, me ha sorprendido", acaba con sinceridad Carlos Suárez: "Sabía que iba a llegar, se lo decía a los entrenadores, que iba a ser jugador europeo bueno, pero quizá no le veía tanto para NBA y me ha quitado la razón, ha superado todas mis expectativas. Un chaval extraordinario, que cuando vino aquí trabajó como nadie". "Me alegro mucho por él. Aunque ahora no contesta a los mensajes ahora que es una estrella...", bromeaba el ahora capitán sobre Domantas, al que apadrinó en su llegada al primer equipo.
"Con un jugador veterano, no te voy a decir el nombre", responde Suárez cuando se le preguntaba si recordaba alguna anécdota de Domantas: "Se pegaba con él y era capaz de conseguir, con su dureza, que el veterano le pegara algún golpecito fuera de lugar. Pues él seguía pegándole igual al veterano. Tiene carácter. Es duro, muy duro. Cuando un chaval joven viene a entrenar suele pecar de inocencia, de ser más blando. Pero él era muy duro en todos los aspectos". Ese chaval que se pegaba duro será esta noche All Star de la NBA.
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