Rubén Domínguez y su salida del Unicaja: "A lo mejor se pudo hacer de otra forma"

Málaga/Rubén Domínguez jugará por primera vez ante el Unicaja, el club donde se formó desde minibásket a su primer año de cadete, hasta que en 2018 decidió marcharse al CB Torrelodones de Madrid. Un superproyecto de escaso parangón en Los Guindos y una salida en su momento traumática para el Unicaja, que no se terminó de entender y con una resaca larga y comentada. "Simplemente pensábamos mi entorno y yo que el salto a una comunidad como es Madrid, la competición que hay allí, pensábamos que iba a ser más competitiva. Un paso adelante. Fue bien, la verdad. Todo ese proceso me ha llevado a donde estoy ahora, que en definitiva estoy cumpliendo mi sueño. Quizá se podía haber hecho de otra forma a lo mejor, alguna cosa, pero no me arrepiento de haber dado ese paso", dice el gaditano en Ser Deportivos Málaga. En 2019 fue elegido MVP del Europeo sub 16, una secuencia que siguieron otros dos jugadores del Unicaja, Mario Saint-Supéry y Guille del Pino, otra fuga dolorosa, en 2022 y 2023, apuntaba sobremanera en las categorías inferiores. Completa esa transición en el Surne Bilbao Basket a sus casi 22 años (los cumplirá el 23 de enero) después de temporadas de formación en la renombrada Primera FEB.

"No ha sido fácil mi camino hasta llegar a Bilbao, o al menos de cómo se ve desde fuera. A lo mejor estás en una cantera ACB y piensas que vas a llegar a sénior, jugar... Es muy difícil. No es así. Personalmente, tuve la mala suerte que el Movistar Estudiantes bajó a LEB Oro (Primera FEB ahora). Está en una situación opresiva, de querer subir rápidamente a la ACB, con esa presión; entonces eso me perjudicó a nivel de minutos y en mi crecimiento. Tuve que buscarme las castañas por otro lado, irme a otro equipo de Primera FEB, a Castellón, y ahí sí que tuve más protagonismo, más minutos, margen de equivocarme. Eso me ha llevado al sitio en el que estoy ahora. Y sí, quizá ha sido un proceso más lento de lo que se esperaba, por las etapas que he tenido en mi formación, que resaltaban mucho y tal. Pero también pienso que el haber llegado este año, digamos de pertenecer a una plantilla ACB, con 20-21 años, la verdad que llego más preparando mentalmente y listo para afrontar los altibajos que tienen las carreras deportivas, y siendo jóvenes mucho más. Esto es un proceso. Que un partido malo o menos bueno no es el fin del mundo. Tampoco un partido bueno es la gloria de la vida. Es tener la mentalidad de competir en el corto plazo, pero en el largo tener tu objetivo en mente", reflexiona Rubén Domínguez sobre su camino. Cogió la oportunidad de Bilbao tras una buena temporada en Castellò, y sugerente además el aprender con Jaume Ponsarnau, uno de los grandes instructores de talento en el baloncesto español.

Y de moda tras una de las grandes exhibiciones de la temporada, frescos los 35 puntos ante Leyma Coruña hace un par de jornadas. "Es un partido increíble, histórico. Pero es fruto del trabajo diario. No tiene otro secreto. Es lo que hay que hacer, el intentar ser mejor cada día, y así durante años, hasta esperar las buenas oportunidades en el momento álgido de tu carrera. Es lo que intento cada día", sereno Rubén Domínguez, un partido para tomar nota, seguro que Sergio Scariolo escruta cada avance del gaditano, perfil además interesantísimo y que adolece una selección española en ese costoso proceso de transición. El de Puerto Real habló del Unicaja y qué supone enfrentarse al conjunto malagueño. "Son duros. Juegan muy duros y tienen mucho talento, el entrenador también es muy bueno a nivel táctico. Aquí nos hacemos un poco más fuertes en casa. Está claro que es una pequeña ventaja que tenemos e intentaremos dar nuestro máximo, claro que sí. Para mí es un partido especial, al Unicaja le tengo cariño. Conozco a algunos jugadores. Nunca he jugado contra el Unicaja después de haberme ido, y guardo mucho cariño. Va a ser un buen partido, sin duda".