Rubén Guerrero, la tercera oportunidad

El malagueño, que en breve cumplirá 29 años, acomete su tercera experiencia ACB en Granada

"El Unicaja es un equipazo"

Rubén Guerrero, con la bandera nazarí.
Rubén Guerrero, con la bandera nazarí. / ACB Photo

Málaga/Después de seis temporadas en Estados Unidos, Rubén Guerrero regresó a Málaga al final de la temporada 2018/19, con 23 años, para debutar oficialmente en los play off ante Valencia una vez acabó su periplo en la NCAA, con tres años en South Florida, un año de transición y una temporada final en Samford. Sus 2.13 metros, su cambio físico desde que se marchó (casi 25 kilos más), le hacían un proyecto interesante a desarrollar en el baloncesto europeo.

Cinco años y medio después, tras tres temporadas completas en Málaga y dos en el Obradoiro, la mejor versión de Rubén Guerrero que se imaginaba no llegó. Sigue siendo un jugador ACB, pero fue perdiendo protagonismo en Santiago de Compostela, el equipo descendió a LEB Oro (ahora Primera RFEF) y el Coviran Granada fue el equipo que se interesó por él para proseguir una carrera en la que los mejores partidos siguen siendo los que jugó en los dos meses previos a la pandemia. Se había hecho habitual en la selección española de las ventanas con Scariolo, firmaba algún doble doble y jugaba una notable Copa del Rey de Málaga, con un gran partido en semifinales ante Andorra. "He sufrido a uno de los mejores Rubén Guerrero en la semifinal de Copa aquí hace dos años, tengo metido aquello en la cabeza y no sé por qué no puede repetir eso todos los días. Tuve hasta pesadillas aquella noche", decía Ibon Navarro en una de sus primeras conferencias de prensa cuando aterrizó en febrero de 2022 y tuvo al marbellí a sus órdenes, rememorando aquel partido cuando él dirigía al equipo del Principado.

El Unicaja le dejó libre para firmar en el verano de 2022 con el equipo gallego, pero se guardó una opción preferencial para recuperarlo que expiró el verano pasado ante una evolución que se había detenido. En su primer año en Galicia firmó 6.1 puntos y 4.6 rebotes para 9.1 de valoración en 16 minutos por partido, pero su participación se redujo a la mitad (8 minutos por duelo) en la segunda temporada, con 2.2 puntos y 2.8 rebotes. En Granada tiene una oportunidad de cambiar esa dinámica. El comienzo no fue bueno en Barcelona, con 22 minutos y 0 puntos y 0 rebotes dentro de una derrota amplia (91-64, sólo -5 con él en pista). Se confió en él como un cupo que tendría protagonismo, como techo de la plantilla y que fuera un ancla defensiva. "Que sea una presencia física en la zona, tanto en defensa como en ataque. Que cierre bien la zona y proteja, en ataque que bloquee bien, que finalice con fuerza, que corra la pista. Que aprovechemos esos puntos fuertes que podemos tener de mayor movilidad y rapidez. También quiere que sea un líder vocal, que nos comuniquemos bien y estemos unidos, que lidere un poco en esa faceta", decía Guerrero en Granada Digital sobre lo que le pidió Pablo Pin a su llegada al conjunto granadino. Allí también se refería a lo que había vivido en Santiago de Compostela: "La primera temporada fue muy bien, estaba con mucha confianza y me sentí muy cómodo jugando y el equipo fue muy bien tanto a nivel colectivo como individual. Dí la confianza que se me daba. En la segunda, no tuve tanto protagonismo. En lo poco que salía intentaba ayudar lo máximo posible. A nivel deportivo no fue una temporada muy buena, pero mentalmente sí me ayudó. Fue una temporada fea a nivel personal y colectivo, mentalmente se hace muy duro, llegan muchas cosas de fuera y el equipo sufre mucho por dentro. Ahí hay que intentar de sacar donde no hay. Digamos que esa mala experiencia también sirva de algo".

Guerrero estuvo en un periodo difícil en el Unicaja, en una etapa en la que se apostó por el jugador nacional y el de cantera (llegaron a coincidir simultáneamente Alberto Díaz, Francis Alonso y Yannick Nzosa más él), pero con estructuras de plantilla que no fueron idóneas. De hecho, ninguno de los jugadores de aquellas plantillas que salieron fue hacia arriba en su carrera. Cercano a su teórica madurez, al marbellí vuelve a enfrentarse hoy al equipo en el que se formó desde que en edad cadete fuera reclutado desde Marbella.

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