Aún con las ruedas vacías (72-79)

El Unicaja cayó en su segundo partido del Costa del Sol ante el Zalgiris, con el que compitió bien antes de caer en el cuarto final (72-79)

La Copa Andalucía, siguiente test

Djedovic bota el balón.
Djedovic bota el balón. / Unicaja B. Fotopress / M. Pozo

El Unicaja cerró su participación en el Trofeo Costa del Sol con una segunda derrota, esta vez ante el Zalgiris Kaunas (72-79), que este martes jugará ante el Real Madrid para hacerse con el título. Fue superior el cuadro lituano en el último cuarto, no encontró el Unicaja ahí fiabilidad anotadora. Queda mucho trabajo por delante, se construye un equipo prácticamente desde cero (sólo Barreiro está del año pasado ahora mismo), pero hay que pegar un acelerón en estas dos últimas semanas antes de la fase previa de la BCL para evitar sustos. El equipo está verde en varios aspectos, lógico a estas alturas de la preparación, y con piernas cansadas. No obstante, también hay luces, hay un núcleo de jugadores que garantizan un mínimo de fiabilidad al que se unirá los internacionales en breve.

Con la ausencia de Perry, ya en Málaga aunque aún no se entrenó con el equipo, y Alberto Díaz, el equipo juega más ordenado con Djedovic al mando, de alguna manera el director de juego de guardia. El bosnio se postula como un jugador importante en la estructura del equipo, puede tener diversos roles. Empezó bien al son del bosnio el Unicaja, creando situaciones cómodas para anotar en ataque. Tras 10 minutos, 22-15 dominaba tras un último triple de Saint-Supéry. Hay muchos ojos en él e Ibon Navarro le protegió colocándolo más como escolta, sin tanto balón. Dejó después un pase a una mano a media altura desde su campo a Barreiro de mucha calidad además de una buena actitud atrás. Kalinoski era el más incisivo ante el aro. El americano, además de exhibir tiro de alto calibre, puede jugar situaciones de bloqueo y continuación interesantes, como Osetkowski desde el poste alto. Son situaciones que deben hacerse más habituales conformen se conjunten las piezas. Quien más perdido parece es Tyson Carter, algo ansioso por meter y falto de confianza, necesita de los bases para centrarse en lo que debe, concretar, sea en forma de canasta o pase, pero pensar menos. Debe ser un jugador importante y debe serenarse porque la calidad la tiene.

Estadísticas del Unicaja.
Estadísticas del Unicaja.

Vino un tramo de atasco en el segundo cuarto, con varios minutos sin anotar. Ibon Navarro se afanaba desde el banquillo en corregir a sus jugadores e intentando cuadrar un quinteto que metiera. El Zalgiris, en el que Birutis, que no anduvo lejos de ser cajista hace un par de años, hacía daño cerca del aro, es un equipo de Euroliga y con calidad. Repelía y se colocaba por delante por primera vez (30-31). El Unicaja acababa el primer tiempo por delante tras dos tiros libres de Kalinoski (37-35). Una buena noticia, porque se fallan demasiados tiros desde el 4.60 en estos primeros compases de pretemporada. Acababa este tramo jugando con Mena y Saint-Supéry como pareja exterior.

El partido había sido lento de ritmo, con muchas faltas y parones. Se aceleró algo tras el descanso, con más anotación y algo más de continuidad en el juego, más ritmo. El duelo se caldeaba e incluso había una técnica para el banquillo del Zalgiris por una protesta. Un golpe en la cara sacaba a Djedovic del partido y la responsabilidad que asumía Carter no resultaba. También a Will Thomas se le va aún con carbonilla en el motor, aunque en su caso preocupa menos. A cambio, Álvaro Mena volvía a exhibir su descaro para anotar una bandeja y dos bombitas cortas después de marcharse de sus rivales antes de cometer una falta sobre la bocina sobre Birutis (56-58).

Con 60-62 se marchaba la pareja de canteranos, tras dos tiros libres de cada uno tras sendos robos y contraataques, y volvía Djedovic con Kalinoski. Los errores en los tiros libres y el acierto en el triple, con minutos interesantes de Dimsa, del Zalgiris ensachaban la ventaja del equipo lituano, que adquiría una renta de nueve puntos (66-75) a tres minutos de final que ya fue imposible de levantar. Quedó el regusto amargo de la derrota y esa sensación de que el equipo aún va con una rueda pinchada porque el equipo no está completo, aunque se volvió a competir en segundo día consecutivo contra un equipo de Euroliga. No obstante, mucho que mejorar y crecer.

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