Los señores Lobo del Unicaja
Las actuaciones de Ejim y Djedovic ante el Tenerife recuerdan la importancia de los jugadores de rol
Imparable Unicaja Mijas
Uno de los ejercicios más sugerentes para aficionados de un equipo es imaginar cómo reforzarlo y cómo fichar. Es en la época de verano cuando más audiencia, salvo acontecimientos extraordinarios en forma de títulos o hecatombes, generan los clubes deportivos. Incluso en este Unicaja que vive días de vino y rosas es un debate recurrente pensar en cómo será el futuro del equipo. Obviamente, es la obligación de la dirección deportiva ir monitorizando e imaginando diferentes escenarios según rendimientos y adelantarse a los avatares del mercado.
Viene a cuento tras el partido ante el Tenerife y cómo se desarrolló la victoria, con actuaciones esenciales de Melvin Ejim y Nihad Djedovic, que para la próxima temporada tendrán 34 y 36 años. Entran dentro de esa idea de jugadores de los que se puede prescindir para regenerar al equipo, algo que también es necesario. Pero también causan duda en el sentido inverso. Jugadores con su rol totalmente asumido, con capacidad de rendir sin consumir apenas balón, con la experiencia para rendir en situaciones bajo presión, con conocimiento del método de trabajo y con ese intangible de hacer trabajo sucio sin necesidad de meter puntos, aunque caigan fruto del trabajo. De alguna manera, es también esa idea que dejó como legado Will Thomas, los señores Lobo de este Unicaja.
Evidentemente, no es en diciembre cuando se deben tomar las decisiones para la siguiente temporada. Un curso es largo, se fluctúa en el rendimiento y hay que valorar la integridad del mismo, pero existe esa duda razonable de tirar hacia delante con lo bueno conocido aunque haya un desgaste físico del tiempo inevitable o afrontar cambios. La experiencia demuestra que mantener el bloque ha sido esencial para el crecimiento exponencial en cada temporada desde aquel verano mágico de 2022. El club ha hecho esfuerzos importantes con los contraros de los jugadores, en dinero y tiempo y también es cierto que varios de ellos han privilegiado la estabilidad en un tramo de madurez o crepúsculo de sus carreras con el bieniestar de Málaga en lugar de otras proposiciones que ofrecen más incertidumbre. Comenta Juanma Rodríguez, director deportivo cajista, que uno de los razonamientos que hace a jugadores y agentes es que en el método Ibon y todo su staff, con su manera de entender las rotaciones y el trabajo del cuidado del jugador, las carreras pueden prolongarse. En ese casting abierto continuo que no deja de ser una plantilla de un club profesional se puntúa con el rendimiento en cada entrenamiento y en cada partido. Y Ejim o Djedovic también son un espejo para que quienes llegan a Málaga sepan dónde están y por qué el equipo gana tanto. Ya en mayo o junio habrá tiempo de tomar decisiones. Antes, resuelven problemas.
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