Sergio Scariolo elogia a Mario Saint-Supéry y le señala su "gran punto de mejora"
"El gran paso adelante, que está al alcance de muy pocos jugadores, es la capacidad para sacar el balón, especialmente encontrando compañeros en el perímetro, pero seleccionando las mejores opciones cuando está bajo el aro", dice el seleccionador
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Mario Saint-Supéry cumplirá en abril 19 años. Debutó ya hace tres con el primer equipo del Unicaja, aún con 15. La vida va rápida para el malagueño, que progresa en el Baxi Manresa y llama la atención también en la Basketball Champions League. La web de la competición, en un artículo de Cesare Milanti, le dedicaba un extenso reportaje a su figura y utiliza al seleccionador nacional, Sergio Scariolo, como hilo conductor. Scariolo ya le ha dado minutos en las últimas ventanas con el primer equipo y monitoriza, como la de todos los jóvenes, su evolución.
"Crecer en una cantera tan buena como la del Unicaja fue un punto de partida importante. Después tuvo la oportunidad de entrenar con un equipo sólido, con buenos principios y una organización sólida, un sistema en el que vivió su primer curso colectivo de baloncesto. Fue crucial para él ver el ejemplo de los jugadores del Unicaja, que compiten muy bien. Son un equipo muy cohesionado, que trabaja con esfuerzo y disciplina", explicaba el técnico hijo adoptivo de Málaga, que recordaba sobre el siguiente paso que "todos saben que Manresa quizá sea el lugar ideal, uno de los mejores de Europa, para crecer y centrarse en el baloncesto, en un club sano y con una buena capacidad de decisión. Ibon Navarro seguro que tuvo algo de peso en esta decisión ya que estuvo algunos años en Manresa y Diego Ocampo ya lo tuvo el año pasado y lo quería de vuelta este. Está demostrando con hechos que no tiene miedo de dar minutos a los jugadores jóvenes. Históricamente, Manresa es el lugar ideal para que un jugador joven pueda crecer y centrarse solo en desarrollar su juego".
"Su progresión ha sido constante, algo poco común hoy en día. Sin duda todavía tiene mucho margen de mejora y cuánto pueda progresar medirá qué rol pueda jugar en los próximos años. No muchos jugadores a su edad se ganan estar en este punto", admitía Scariolo, que recordaba una anécdota: "En las ventanas FIBA, entre el primer y el segundo partido, le expresé mi decepción al ver que no utilizaba sus grandes capacidades físicas también en defensa; en el segundo partido contra Bélgica ya me dio muy buenas respuestas. Tiene cierta dureza al jugar con contacto, por lo que no solo es un jugador importante atléticamente, sino que también es muy duro físicamente. Tiene una gran habilidad para llegar al aro y para leer los huecos que le deja la defensa".
"Mario es un jugador con un gran instinto, una excelente predisposición y un interés notable por el juego: le gusta y tiene pasión. A diferencia de otros jugadores, que al principio me admiran, es muy abierto, alegre, educado, pero definitivamente no es tímido. Me gustó verlo tan abierto y capaz de decir no lo que uno quiere oír, sino lo que realmente piensa. En primer lugar, destacaría su pasión, franqueza y extroversión. Está claro que llevará tiempo, porque es un niño —y lo sabe perfectamente— que está en fase de aprendizaje y tiene mucho que aprender. Pero la personalidad es fundamental", señalaba Scariolo sobre cómo es la personalidad del joven malagueño.
"Si se le estimula, es un jugador que puede ser muy importante en defensa; todavía tiene sus dudas, a veces. Desde este punto de vista, todavía es un poco inestable", proseguía Scariolo, al que se le cuestionaba por las cualidades de Mario en el pase: "No veo que esto sea un punto débil en absoluto, pero Mario Saint-Supery es un jugador que a veces tiende a bajar la cabeza y llegar hasta dentro de la zona. El gran paso adelante, que está al alcance de muy pocos jugadores, es la capacidad para sacar el balón, especialmente encontrando compañeros en el perímetro, pero seleccionando las mejores opciones cuando está bajo el aro. Ese debe ser su gran punto de mejora y que lo convertirá en un jugador con muy pocos puntos débiles".
También hablaba sobre Saint-Supéry en el artículo su actual entrenador, Diego Ocampo: "Ir a Burgos el año pasado le vino bien porque cuando estás en la burbuja de un equipo ACB como el Unicaja piensas que todo es así. Pero la realidad es otra. Recuerdo el primer partido que jugó en Oviedo. A partir de entonces, todas las experiencias que tuvo el año pasado en LEB Oro le ayudaron mucho. Lo vi de cerca. Fue a un lugar donde jugó con responsabilidad y donde no se le perdonó nada como niño recién salido de la cantera: tuvo que cumplir ciertos requisitos que todos los jugadores profesionales de cualquier edad deben en última instancia garantizar", señalaba el técnico del Baxi Manresa: "Tomó una decisión importante en su vida a los 16 años: se mudó a entrenar con el Unicaja a Málaga y empezó a estudiar online. Es un gran sacrificio. Dejas de salir con tus amigos para entrenar y luego, cuando estás en casa, tienes que estar estudiando. Pero creo que eso le dio una buena madurez".
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