Sergio Scariolo, lecciones de vida y un guiño a Málaga

Reflexiones interesantes del seleccionador en una entrevista particular

Bullock y su fichaje por el Unicaja

Scariolo.
Scariolo. / EFE

Málaga/Interesante entrevista de Sergio Scariolo en Hoy por Hoy de Ser. Siempre enriquecedor escuchar reflexiones del italiano, ya sea de baloncesto u otros temas. En una charla más íntima, nada que ver con sus intervenciones con Movistar, ese nuevo papel de comentarista que disfruta mientras aguarda un proyecto de club. Tocó por encima el papel de Málaga en su vida, malagueño adoptivo, afincado en Marbella y un nexo que se mantiene desde que dejara el Unicaja en 2008, siempre habla con cariño del club; hasta ese lazo se ha llevado a la selección, con Málaga como centro de operaciones en el inicio de las preparaciones. "Creo que ha sido la decisión, el momento definitivo de la decisión de establecer nuestra base de operaciones aquí. Digamos que había ya una fuerte sospecha de que iba a terminar así, pero, por supuesto, cuando llegamos en el 2003 nos establecimos y desde muy pronto lo decidimos, incluso marchándonos después, volviendo. Pero realmente es muy complicado encontrar un sitio mejor para vivir que donde vivimos. Y desde luego creo que ya la decisión es definitiva", reflexionaba el italiano de su vínculo y el de su familia con Málaga.

De la receta de ganar con la selección. Se ensalza la fortaleza del grupo, ahora con el sobrenombre de La Familia. "Se consigue con el tiempo, las cosas no se hacen de la noche a la mañana gracias a la contribución de los jugadores, que son capaces de realmente cambiar un poco el chip respecto a la mentalidad que a veces se puede tener en equipos de club y van sin cobrar dinero, además de llevar sus roles de protagonismo, de importancia, de contrato, de estatus a veces que llevan desde su club de pertenencia y están dispuestos a realmente fusionarse en una entidad única que con un gran respeto personal, un gran respeto profesional del rol de los demás, con muy buena capacidad de poner, como decimos, el nombre que está delante de la camiseta, delante, muy por delante del que está detrás, que son los apellidos personales de los distintos jugadores. Y aprendiendo poco a poco también a través de los errores y obviamente utilizando el legado de los que estaban y que ya no están, que lo han sabido enseñar a los que ahora están y casi están a punto de irse y a los que están llegando, etcétera. Recuerdo mi primera etapa con la Selección desde 2009 al 2012, que estuvo muy bien, luego hubo un momento complicado y de un par de años volví, tuvimos acierto y suerte para poder recomponer un poco el todo, es decir, que hay que protegerlo, hay que defenderlo, hay que tener cuidado que siempre hay fuerzas centrífugas y amenazas, pero la voluntad, digamos, autónoma, genuina de la gente, es positiva. En ese sentido, una vez generada esta situación de protección de esos valores positivos, sí que desde luego es más fácil", desarrolla Scariolo.

Scariolo padre - Scariolo entrenador

"El padre Scariolo es un poco más tolerante respecto al que he tenido que ser en momentos, porque hay momentos en los que no hace falta matizar cómo hay que hacer las cosas porque salen un poco solas. Desde luego, sí que me ha ayudado muchísimo un rol para desarrollar mejor al otro, porque estando constantemente con adolescentes o post adolescentes y a veces la post adolescencia de los jugadores, de los deportistas profesionales, dura un poco más por esa burbuja en la que se encuentran o les mantenemos a veces con este afán de que solo tengan que dedicarse a hacer bien lo suyo, no se tenga que preocupar nada más, te ayuda a que entiendas un poco los mecanismos, la forma de comunicación y la usas en casa y a veces es al revés, es decir, que el contacto directo con tus hijos que van por esas edades te permite entender un poco mejor y de saber un poco mejor cómo manejar luego las individualidades, porque al fin y al cabo es cierto que hay un vestuario, que hay un grupo, que hay un equipo, pero las relaciones siempre son personales, individuales".

¿Un problema el no haber tenido carrera larga de jugador?

"No. Ha sido una ventaja, desde luego, porque he empezado a aprender antes, he empezado a ponerme en el modo de estudio, de análisis, de reflexión. Obviamente me han faltado algunas cosas que las he tenido que aprender con el tiempo, las he tenido que aprender con la propia competición, que es la que permite a los jugadores de élite de haber vivido momentos decisivos con protagonismo de competiciones importantísimas. He tenido que llegar, vivirlos y luego aprender de ellos. Evidentemente el jugador que ya lo ha hecho como jugador en ese sentido sí que tiene una pequeña ventaja o una importante ventaja".

Generacion de oro

"Estamos hablando del 99. Yo llegué a España en el 97 y la primera sensación que tuve fue de un nivel alto, muy alto técnicamente y muy bajo competitivamente. A nivel de mentalidad, de mentalidad competitiva y ganadora. Creo que este grupo de jugadores han realmente supuesto un punto de inflexión, un antes y un después, no solo en el baloncesto, hay muchos deportistas de otra disciplina que han reconocido de haberse visto, de haberse inspirado, de tener confianza en sí mismo, de sensación de poder desafiar a las grandes potencias del baloncesto, incluso desde una situación realmente privilegiada, por decir la presencia contemporánea de un número tan alto de jugadores de talento en el mismo periodo de tiempo, en la misma época, no es programable, no es del todo planificable. Es cierto que las canteras de los equipos españoles trabajan muy bien. Es cierto que la presencia del baloncesto en los colegios y en las primeras etapas del minibasket, por ejemplo, es superior quizá la de cualquier otro país que al menos yo conozca. Es cierto que el nivel de las instalaciones deportivas en España es francamente muy alto y eso, por supuesto, ayuda y favorece la práctica del deporte, el baloncesto en particular, pero luego esa cifra de talento y esa cantidad de jugadores buenísimos realmente se produce a veces por germinación espontánea, lo que hay que hacer es saberlos aprovechar. Porque por supuesto, luego también el talento se puede perder por el camino. En este caso, por suerte, no fue así".

Educación y salud mental

"Estoy firmemente convencido que dedicamos demasiado poco tiempo a la educación mental, al entrenamiento mental de los deportistas. Yo hablo por el baloncesto, pero me consta que no sea muy diferente en otras disciplinas para luego darle tanta importancia, incluso sin entrar en los casos un poquito extremos, patológicos, de cuando realmente la persona un poco explota. Si no digo para educarlos a competir mejor y a llevar mejor el momento de la derrota, del propio triunfo, que a veces es casi más traicionero. Yo creo que hay realmente poco recurso, poca energía, poco interés en invertir en la educación mental de los jóvenes deportistas. Es una pena, repito, porque luego el propio mundo del deporte muchas veces justifica las prestaciones diciendo bueno, un factor mental. Bueno, pues entrenémoslo e invertamos en el entrenamiento mental".

Presión

"Bueno, yo desde muy pronto he tenido siempre un contacto directo con profesionales de esta materia y personalmente sigo manteniendo mi reunión periódica con un psicólogo, antes podía haber sido un coach, es decir, que lo hago igual hay momentos en los que quizá te viene mejor y otros en los que sencillamente es debatir temas de reacción a los acontecimientos de la vida, de cómo llevas relaciones personales que pueden atravesar por un momento complicado. Bueno, muchas cosas que no tienen por qué ser el típico voy al psicólogo porque estoy loco. Es sencillamente una forma un poco normal, como normalizar la posibilidad de dar, como dice él, dar voz al jugador que a veces lo mantenemos al fondo del banquillo porque no se queja, porque al fin y al cabo no nos va tan mal y porque no hay una necesidad tan fuerte de levantar la voz y muchas veces eso hace que acumules casi sin darte cuenta situaciones irresueltas que luego igual en un momento dado sí que pueden explotar en situaciones más complicadas".

¿Qué le hace mejor entrenador?

"Hombre, seguir practicando deporte como hago concretamente o como intento hacer, porque desde luego decir juego, juegas bien al golf, juegas bien al pádel. No puedo decirlo, pero sí que lo intento y sí que voy poco a poco mejorando. Desde luego, te ayuda a relativizar, te ayuda a entender que tras cada golpe hay otro, y que realmente hasta que el partido no ha acabado hay cosas que se pueden hacer. Y no es lo mismo entrenarlo contigo mismo que pedirlo a los demás. Es decir, que hay un cambio de tercio que te ayuda a encontrar la forma mejor para ver qué tecla. Luego, por supuesto, a mí me ayuda mucho aprender y escuchar. Es decir, mi motivación fundamental es estar a la altura de lo que hago, de sentirme bueno en lo que hago. Y una de la manera más sencilla es, desde luego, seguir estudiando, seguir, más que estudiando, seguir estando atento a lo que a veces la vida te comunica, porque a veces no es un momento institucionalmente dedicado a aprender o a formarse, es una publicidad, es una noticia, es una forma de expresarse que ves en un empresario, en un político, en un deportista de otra competición y, por supuesto, escuchar. Aprender a escuchar y aprender a escuchar, sobre todo, a tu gente, porque muchas veces son ellos los que te dan las teclas que tienes, la clave para poder elegir cuál es el punto de motivación, cuál es el camino más fácil para llegar ahí".

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