El silencioso Kravish

El americano con pasaporte búlgaro se consolida como un jugador básico y sus dos últimos partidos han sido de un nivel muy alto

El resumen del partido

El PAOK - Unicaja, en fotos
David Kravish, en Salónica. / BCL

Su fichaje no levantó muchas expectativas, parecía venir como un pívot de rotación. Trayectoria en la que no había pisado la Euroliga y la Eurocup, algún club con nombre pero en general de perfiles más bien bajos y con crecimiento progresivo. Dejó en la temporada del Covid destellos luminosos en Manresa y el hecho de que consiguiera el pasaporte búlgaro le hizo más atractivo. David Kravish (Illinois, 1992) se va consolidando como una de las piezas importantes de este Unicaja. No es un jugador de 9 o 10 en casi nada el americano, pero da los mínimos en todos los campos. Ha comprendido que la defensa es clave y ello le ha llevado a cargarse de faltas rápido en algunos momentos, pero se pone y las lecturas atrás son decentes. Y en ataque ve el aro grande, muy grande en las dos últimas semanas.

Los dos últimos partidos de Kravish han sido de nivel muy alto. Salió ovacionado en Fuenlabrada porque dio un recital de anotación siendo mortífero desde el poste medio y en las continuaciones. Con ese tiro de media-larga distancia recuerda en ocasiones a Luis Scola y la facilidad que tenía el legendario ala-pívot argentino en esa suerte. En Salónica fue clave para el triunfo, con ese triple a falta de 50 segundos para colocar de cuatro puntos abajo a sólo uno. Ha tirado 12 y ha metido cuatro esta temporada. Había lanzado menos a lo largo de su carrera, era uno de los campos de mejora que le veían Juanma Rodríguez e Ibon Navarro cuando se acometió su fichaje por la facilidad para meter. Ahora está promediando 9.3 puntos y 4.4 rebotes para 11 de valoración, sólo por detrás de Osetkowski (13.2) y Perry (11.3).

Uno de los problemas que podía vislumbrarse en el equilibrio de plantilla era la solvencia para el tiro de los hombres altos, algo básico en el baloncesto moderno. Y lo cierto es que el Unicaja está encontrando ese equilibrio, cada vez más, entre anotación interior y exterior. Sólo Lima, pese a aquel triple en Valencia, no es un jugador capaz en condiciones normales de meter desde fuera. Kravish es el jugador que más canastas de dos mete por partido del Unicaja (3.9), pero no sólo bajo el aro, ese rango de media distancia es muy bueno, las recepciones para armar el brazo son de manual y la ejecución es rápida. Y el tacto cerca del aro es notable. En Salónica repartió cinco asistencias, el conocimiento de los compañeros es progresivo y el nivel va subiendo. De manera silenciosa, sin hacer mucho ruido, a veces necesitando algo más de dureza, David Kravish es una pieza básica de este Unicaja.

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