Un toque al Carpena: "Vamos a necesitar que la grada tire de nosotros"

Málaga/Tras ganar a Manisa, Ibon Navarro tiró de finura para pedir más a la grada del Carpena. Una selección inevitable, el Palacio se incendió ante el Valencia Basket hace apenas diez días, e influye la atracción del cártel o el dominio punzante del Unicaja en la competición, con 17 victorias seguidas. Es un debate que viene siendo recurrente en el Unicaja, bajo unos tiempos luminosos y así se vive en el Carpena cada semana, más en ACB que en BCL, pero en Europa la asistencia irá creciendo progresivamente cuando el calado de la cita aumente. Sin un discurso exacerbado, sí con la suficiente seriedad para que el mensaje llegue nítido y directo al aficionado. Apenas unas pocas palabras. "Vamos a necesitar a la grada tire de nosotros, se vienen curvas aunque no lo creáis", dijo Ibon tras ganar al Manisa. Hay una relación, tampoco el Unicaja ayudó durante la primera parte a avivar el ruido, ahí el técnico llama a ese refuerzo. "Bajó la energía en la grada y nos contagiamos", añadía el técnico. El huevo o la gallina. En la segunda parte, bajo la subida de nivel y un arbitraje bochornoso, buen mecanismo para encender la mecha, el Carpena se volvió más reconocible. Pero todavía con margen, como el equipo a estas alturas. La atmósfera será otra con seguridad ante el Baskonia en la misa de este domingo (12:30 horas).

"Jugamos contra un equipo muy bueno, pero en la primera parte salimos algo relajados. Había mucho silencio en el banquillo, en la cancha y en las gradas. Eso para mí fue el resumen del partido en la primera parte. Nosotros no tuvimos la energía, y lo corregimos en la segunda parte, donde salimos mejor", también subrayaba Kravish esa debilidad del Carpena. 7.154 espectadores frente al Manisa, con un amplio sector del Carpena ocupado por niños y niñas del Club Baloncesto El Palo, buena iniciativa del Unicaja para seguir sembrando sentimiento, habitual en la BCL, por lo general un público diferente al de ACB. Desde el Unicaja siempre se recuerda de dónde se viene, veladas como la del Manisa bordeaban los 2.000 espectadores hace menos de tres años. Pero se intenta fomentar ese ambiente ruidoso o caldeado, muy ensalzado dentro del mundo del baloncesto cuando el Carpena se remanga. "Se respira un ambiente muy intenso, es puro baloncesto", reconocía recientemente Jaime Pradilla en Málaga Hoy.

"Hay que tener los pies en el suelo, ser humildes. Yo al público le pediría también que entiendan esto y que apoyen al equipo. Para el equipo, yo que estoy en contacto con los jugadores y con el cuerpo técnico, el apoyo de nuestro público aquí en casa ha sido algo fundamental, ellos lo comentan mucho. Cuando el pabellón está en modo de animar sin descanso, de presionar, ellos lo notan muchísimo, lo agradecen y le dan un plus más. Si venimos un poco en plan cine o teatro, el equipo lo nota y lo pasa mal. Entonces yo le pediría a nuestra gente que esa parte que yo decía de identidad y de alma, que ellos esa alma también la pongan cada partido y nos ayuden porque van a venir partidos muy complicados y tenemos un round 16 muy fuerte y muy duro y necesitamos su apoyo", reflexionaba hace unos días Juanma Rodríguez, incluso más contundente que Ibon Navarro.