el poliedro
Tacho Rufino
¡Regale usted inteligencia!
La primera media hora de Jozabed Sánchez (Mairena del Alcor, 1991) ante el Tenerife concentró lo mejor que se esperaba del jugador sevillano cuando llegó a Málaga como un fichaje que no entraba en los parámetros mentales de carestía y austeridad que había. Un jugador que tres años antes era pieza clave en aquel Celta de Berizzo que jugó semifinales de Europa League y Copa del Rey era una pieza muy golosa, una oportunidad de mercado que Manolo Gaspar no dejó escapar. Obviamente, si estaba a tiro de un equipo con el presupuesto más bajo de Segunda era porque su rendimiento había decrecido notablemente en las dos anteriores temporadas.
A Jozabed le ha costado entrar en el once de Pellicer, pero desde que fue titular en El Molinón, donde el equipo dejó una grata impresión pese a la derrota, no ha salido del once. Es cierto que ha habido bajas como la de Cristian que ha favorecido esa presencia continua. Pero el jugador sevillano ha elevado su rendimiento de manera notable. Es verdad que aún no le llega para 90 minutos, pero su dinamismo y presencia entre líneas mejora a los compañeros. Es Jairo quien da la asistencia del gol a Luis Muñoz ante el Tenerife, pero quien provoca el desequilibrio en la jugada es Jozabed con un magnífico pase al hueco para habilitar al cántabro. Ya en Logroño tuvo una actuación sobresaliente (fue el jugador más valorado por criterios estadísticos, según SofaScore) y en esta racha de 10 puntos de 15 posibles ha sido muy importante.
Sólo metió un gol (en el 1-1 ante el Mirandés de la primera vuelta) y no ha dado ninguna asistencia, pero el peso de Jozabed en el juego del equipo ha crecido enormemente. También ha ayudado con la liberación de Luis Muñoz en su vena goleadora, abarcando más campo y mejorando en labores de intendencia. Nunca ha sido un jugador con demasiado gol, pero en un equipo con el déficit en esa faceta se agradecen las aportaciones de los jugadores desde segunda línea. Es quizá su última frontera.
Jozabed fue cedido por el Celta. Cuando el Málaga se aseguró su fichaje había una cláusula obligatoria de compra en caso de ascenso a Primera a un coste de 500.000 euros. “Es una cláusula que no nos hipoteca y es un jugador que tiene nivel de Primera División. Para mí esa opción obligatoria, con ese precio y con este jugador, es un regalo”, explicaba en diciembre Manolo Gaspar sobre la situación contractual de Jozabed. Ya se sabe que el reto innegociable es evitar el descenso y que el ascenso queda lejos por más que haya habido ilusión colectiva con el buen juego y resultados casi óptimos en el mes de marzo. Pero, de momento, Jozabed va aportando su toque de distinción para que el Málaga funcione.
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