Un trabajo de máxima precisión con Jaime y Milosavljevic
Diego Vázquez, preparador físico del Unicaja, explica cómo es la recuperación de los dos lesionados
Playa, piscina, Los Guindos y la Eshmún Sport Clínic, escenarios de la recuperación
El reto es, más que la rapidez, es que vuelvan con las máximas garantías de no recaer
Jaime Fernández y Dragan Milosavljevic, dos jugadores que deben tener un peso muy importante en el Unicaja 2020/21, trabajan a destajo para estar cuanto antes a disposición de Luis Casimiro. Lesionados de larga duración, son jugadores diferenciales, muy valorados ¿Cuándo llegarán? ¿Cómo lo harán? No es ciencia exacta la medicina, cada cuerpo tiene sus peculiaridades. El Unicaja hace todo lo posible. El Área de Salud del club, que dirige Mario Bárbara, supervisa la recuperación del madrileño y el serbio. Diego Vázquez, el preparador físico, es el encargado de poner a punto la maquinaria de los dos.
A través de las redes, los jugadores y el club distribuyen imágenes de cómo es el trabajo de recuperación, que se hace en escenarios distintos. La playa, la piscina, Los Guindos, la Eshmún Sport Clinic, situada en El Limonar... Diego Vázquez, siempre con ellos, explica cómo es el proceso y el trabajo de recuperación con Jaime y Milosavljevic. “La cuestión de la piscina o playa es para reducir impacto, compaginamos la metodología de técnica de la carrera y la reeducación de la pisada con la máquina Alter G de la clínica Eshmún,que se está portando genial y nos está ayudando muchísimo. Es una máquina en la que no hay gravedad en la parte inferior y eso permite correr sin carga. Hay doble o triple sesión de trabajo y con ambos el feed back es positivo”.
El trabajo de piscina se realiza en Inacua. Por las limitaciones impuestas por el Covid, sólo están abiertas las dos grandes de 50 metros, con lo cual el trabajo no es completo porque no se puede hacer con pisada en el fondo. “Inacua nos está facilitando también mucho el trabajo. Nos están concediendo una calle. Si tuviera una menos profunda, se podría trabajar mejor sin impacto. Pero nos interesa por el simple hecho de que se puede hacer parte aeróbica para fortalecer el tren inferior que aún no se pueden trabajar en pista. Son deportes diferentes, pero en un primer paso es un trabajo válido”, explica Diego Vázquez: “En la playa hacemos técnicas de carrera en zonas de poca profundidad, apoyo con muy poco impacto y carga para que vayan perdiendo el miedo. Con todo ello y lo que hacen en la clínica van ganando confianza. Se gana fuerza trabajando la arena, técnica de carrera y eso cambia el chip de gimnasio. Después hay una parte muy importante en el trabajo de Mario Bárbara y Ale Ballesteros, con esa readaptación y fisioterapia en Los Guindos. Una parte grande de rehabilitación de ambos se basa en la movilidad,la fuerza y flexibilidad, trabajan muchísimo en ese aspecto”.
“Estamos muy contentos, van a a muy buen ritmo, se han marcado las pautas del Área de Salud, siguiendo los protocolos. No hemos inventado nada, vamos según evidencia científica. Vemos la progresión respecto a las lesiones de ambos, que son diferentes. Intentamos no saltar ningún paso, por supuesto. Igual en algún momento hay que parar y paliar alguna carencia que detectemos. De momento todo va bien y correcto y queremos que estén lo antes en los posible”, explica el preparador físico cajista, que se centra en el caso de Jaime Fernández: “Tuvo su primera etapa en Madrid, más delicada y con más restricciones, incluso tuvo que ir en silla de ruedas. Hizo su labor con el fisio y el readaptador que le ayudaron en Madrid. Esa parte ha debido ser más dura que la de ahora. Ahora ve más la luz al final del túnel. De ser un profesional a que te tengan que ayudar para casi todo es difícil. Jaime quería mejorar y no estar lastrado por ese dolor tan fuerte en ambos tendones y la decisión creo que fue la correcta. Es un chico que está alegre siempre, siempre saca las cosas positivas. Se vino en cuanto volvimos de Valencia y él ya podía valerse por sí mismo. Tanto jugadores como técnicos que trabajamos con ellos sabemos que vamos a tener pocas vacaciones o ninguna, pero es lo que hay que hacer ahora. Hay que agradecer al club que se ha portado genial a nivel de contrato y salario, que ha quedado todo igual”.
“Milosavljevic ha tenido el problema de la operación importante del cruzado y que a los meses de haberse operado tuvo otra operación en el menisco de la otra pierna que tenía pendiente y se decidió que era lo mejor”, explica Diego Vázquez sobre la situación del alero serbio: “Eso ralentizó la recuperación. Una vez que va en marcha, ya en quinta, apareció lo del virus y hubo que pararlo todo. Era imposible trabajar en persona con ellos por las órdenes directas de Sanidad y el club. Dos meses y medio sin trabajar como se debía al final hace que tarde más en recuperarse. En un tipo de lesión así, últimamente es mucho más de los seis meses que se decían antes. Se prefiere esperar para recuperar fuerza, que el ligamento sea resistente, que tenga potencia y no vuelva a recaer. Sabemos que va a ir a más tiempo, está readaptando también el cerebro para mandar información a su sistema nervioso. Aunque haya perdido estos meses, esperamos ahora que coja una dinámica diaria y recupere lo antes posible. Tiene muchas ganas de volver lo antes posible. Como dijo él, si es septiembre, septiembre. Si es octubre, octubre. No sabemos cómo volverá porque es pronto para decidir plazos. En cuanto veamos que no hay riesgo de recaída será. Está demostrado que en recuperaciones de LCA (ligamento cruzado anterior) en baloncesto hay que esperar 12 meses. Como pasó con Llull, las sensaciones no son iguales de buenas a antes de la lesión cuando vuelves. Se irán recuperando poco a poco. Pero el objetivo es que no recaiga, que su musculatura, ligamentos y articulaciones estén correctos, que no haya descompesaciones de cadera, pelvis o rodilla... Ir corrigiendo cada punto de descompensación que salga”.
“Depende del tipo de lesión y el jugador”, responde el preparador físico cajista cuando se le pregunta por qué hay diferentes plazos según cada cuerpo: “Ciertas recuperaciones son más largas porque cada etapa de recuperación necesita su tiempo. Es muy importante no saltarse contenido o etapas. Algo que siempre controlamos es que no compense con otra parte del cuerpo para que no haya otra lesión. Se hacen test continuos para ver cómo va la rodilla. Qué fuerza tiene, midiendo musculatura, si vamos progresando. Si no hay pasos atrás. Hay muchos tests, tenemos varios importantes, con dinamómetros medimos la fuerza, para Jaime, por ejemplo, para el sóleo y el gémelo. Los movimientos fundamentales para que se pueden hacer para ver si ese jugador puede hacer el test. Si la musculatura está débil o no. Ver dónde puede estar el déficit y actuar en consecuencia. Hay estudios que demuestran también la importancia del sistema nervioso, la neurociencia está demostrado que en lesiones largas se tarda en reaccionar, en conectar los circuitos habituales y movimientos. Hay que interpretar bien los datos”.
Así se realiza la recuperación de dos puntales del Unicaja, Jaime Fernández y Dragan Milosavljevic, con intenso trabajo durante estos tiempos atípicos que ha tocado vivir. A ambos se le espera con la temporada ya empezada, pero, eso sí, con todas las garantías.
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