El triple salto

Como en todo boceto de plantilla, lo que hoy es prioritario puede convertirse en secundario y viceversa. Hay ya conversaciones con algunos jugadores que no han estado este año en la plantilla, es un trabajo obligatorio previo, pero falta la concreción. Antes de salir con todo al mercado, una de las prioridades es retener a dos jugadores que deben formar parte de la columna vertebral no sólo la próxima temporada, sino a medio plazo. Son Fran Vázquez y Carlos Suárez. Sobre ambos existen opciones de renovación del club, pero se pretende renegociar para más tiempo para que no grave la composición de la próxima plantilla 2014/15, que Joan Plaza tildaba, de manera aún teórica, en estas páginas como "muy ilusionante". Cierto es que, afortunadamente, este año se dispone de un mes menos de verano para planificar porque el equipo ha seguido compitiendo hasta mediados de junio, cuando en las dos anteriores campañas se quedó en mayo.

La idea que existe en el Unicaja es la de dar un salto de calidad en cada una de las líneas, con un refuerzo en cada una de ellas. Un base, otro jugador exterior y un cuatro, una tríada con la que elevar el nivel de talento, siempre partiendo de la idea grupal que Joan Plaza prioriza por encima de todas las cosas. Claro que siempre influyen imponderables. Como que llegue un tiburón europeo o la NBA interesándose por un jugador y con dinero contante. Sucedió la temporada pasada con los casos de Luka Zoric y el Fenerbahce y de Ognjen Kuzmic y los Golden State Warriors. Entre los dos casos se recaudó más de millón y medio de euros.

No existe nada concreto, pero es evidente que las temporadas realizadas por Jayson Granger o Vladimir Stimac han despertado interés de otros clubes que se han interesado por sus respectivas situaciones. Ya se publicó que Granger viajará a Estados Unidos y jugará en la liga de verano de Las Vegas para no perder la forma y también que su nombre siga sonando por allí, por más que los scouts de la NBA hayan tomado nota en sus constantes visitas al Carpena.

En esa idea por elevar el nivel en las tres líneas está también el componente económico. Entre el sueldo de Sergi Vidal y Earl Calloway, cuyas marchas se pueden hacer oficiales a no mucho tardar, habrá un buen margen para acometer sus sustitutos. El tema del marco de contratación, que puede variar en el próximo mes, condiciona en cierta forma la planificación. Por ejemplo, en el caso de Txemi Urtasun, cuyas papeletas para continuar aumentarían bastante si se mantienen los cupos. En caso contrario se podrían buscar otras alternativas, siempre con la consigna de Plaza de mantener el máximo número de jugadores posibles respecto a la temporada pasada para construir ese esqueleto de equipo del que se ha adolecido en pasadas temporadas.

El fichaje de Satoransky no es sencillo, aunque la figura de Plaza puede resultar esencial. Efes o Barcelona son rivales de mucha enjundia que también han planeado por la figura del checo, que ya ha expresado repetidamente su propósito de jugar en la Euroliga. No se prevé que con el cambio de propietario en Sevilla se vayan a volver locos en la capital andaluza con la inversión. Pero siempre existirá el riesgo de que igualen una oferta si el jugador quiere seguir jugando en la Liga Endesa.

Para las otras posiciones en ese salto de calidad hay más flexibilidad. El asunto Dragic puede marcar la tendencia, de su continuidad dependerá hacia dónde se oscila. También una hipotética llegada de Satoransky permite contemplarle como un posible dos en diversos momentos. Igual ocurre con las continuidades de Suárez, Fran y Caner-Medley. La idea es fortificar la actual plantilla sin perder el trabajo realizado en la temporada recién acabada.