Tyson Carter ya vale más de un millón de euros

Tyson Carter deja de ser una ganga. Caducó esa cláusula de salida de 250.000 euros, sin que el Unicaja recibiera noticias, y la situación contractual del estadounidense entra en un escenario opuesto, favorable para los intereses malagueños. Según ha podido saber Málaga Hoy, su libertad a partir de este 7 de julio asciende a más de un millón de euros, la cifra que acordó el Unicaja con sus antiguos representantes si no existía una salida, que hasta hace pocos días se daba por hecha en el club malagueño, fundamentada en ese precio y la lógica del mercado, además que los agentes del jugador habían avisado semanas atrás al Unicaja que la idea era buscar un acomodo en Euroliga. El Preolímpico, que también sirve de escaparate, buen caladero para rematar plantillas, ha podido ayudar a ralentizar el mercado, al menos de ese segundo o tercer escalón de jugadores; o directamente porque no se ha dado la situación de un club que apostara con firmeza por el escolta, más allá de un interés o primera toma de contacto. Sea cual sea el motivo, Tyson Carter permanecerá en Málaga una temporada más, salvo que se dé una situación descontrolada, que no sería sensato, o dejaría en evidencia al comprador. El hacer una inversión por encima del millón, cuando ese jugador valía semanas atrás una quinta parte, y con un año de contrato. Esa es la situación.

El Unicaja empieza a dar por hecha esa continuidad. Y a relamerse, porque el conseguir atar a Carter, de los jugadores con más cartel de la plantilla, supone otro refuerzo importantísimo al proyecto, que volverá a contar prácticamente con buena parte de su columna vertebral, más Tyson Pérez y Olek Balcerowski, que además de aumentar el nivel vienen con hambre. Por proyección, edad y calidad, es el vértice de la pirámide malagueña. Antes se firmaron las renovaciones estelares de Kameron Taylor y Tyler Kalinoski, más las de Melvin Ejim y Jonathan Barreiro, de menos renombre pero dos piezas importantes del puzle. Como se informó en Málaga Hoy anteriormente, el Unicaja propuso a Tyson Carter una mejora de contrato, gesto bien visto por parte del jugador y sus representantes, donde además se pudiesen renegociar algunas condiciones, extenderlo por algún año más (acaba en 2025) y que la cláusula asegure buen dinero en caja en el futuro, siguiendo esa línea bien marcada del club. Pero el jugador a largo plazo sigue vislumbrando la Euroliga, por lo que será una firma difícil. No obstante, Carter cree que Málaga es el mejor sitio para seguir creciendo, en un proyecto donde adquirirá aún más responsabilidad, bajo la tutela de Ibon Navarro, que ha sabido encontrar diferentes escenarios para explotar esas virtudes intrínsecas como base, de forma más continua. Y la próxima temporada, si es que finalmente permanece, será esa la línea. En el Unicaja se le ve como un futuro gran base del baloncesto europeo, y esas señales son evidentes. No se puede competir con Euroliga en términos deportivos y económicos, pero hay que ser la primera alternativa fuera de ese micromundo. Algo inusual lo que está consiguiendo el Unicaja, y una tranquilidad generalizada el ver que esa continuidad se mantiene, causa de gran proyecto casi siempre.

Bien orientado el futuro de Tyson Carter en Málaga, vienen horas importantes para conocer el siguiente paso de Yankuba Sima. Este domingo acaba el plazo y no hay constancia de una oferta del Dreamland Gran Canaria. Se intentó llegar a un acuerdo con el jugador antes del tanteo, como se hizo con Barreiro, pero no fue posible. El Unicaja presentó una oferta por las mismas condiciones que regían hasta ahora en el contrato de Sima, para poder mantener ese derecho de tanteo. En el caso de que Sima no presentara ninguna y se fuera al extranjero, el Unicaja conservaría sus derechos en ACB. Si finalmente llega, cinco días naturales para poder igualarla. También puede negociar con el club que le pretende el pago de una cantidad por esa renuncia.